Friday, October 31, 2014

DIEZ PASOS VACILANTES EN LA ZONA CREPUSCULAR. DÉCIMO Y ÚLTIMO PASO.


NIGHTMATRE AT 20,000 FET
 
Emitido por primera vez el 11 de Octubre de 1963.
 
 



Y aquí concluye todo amigos, llegamos al final de una aventura que comenzó la noche de Halloween del año 2012 y termina la misma noche dos años más tarde.

 

Y termina con el que sin duda es uno de los episodios más famosos de toda la serie o puede que incluso el más famoso (pese a ello se ha seguido un estricto orden cronológico, según la fecha de la primera emisión, a la hora de comentar los diez capítulos por lo que este relato se comenta al final por el simple hecho de que es, de entre los diez elegidos, el que se emitió en último lugar ), homenajeado hasta la saciedad (incluyendo, una vez más, un episodio de “Los Simpsons”) y que también fue uno de los capítulos seleccionados para formar parte de la antología-homenaje de la película de 1983, siendo además posiblemente la más popular de las cuatro historias de las que se componía dicha película.

 

 

Precisamente opino que, hablando del filme, ocurre lo mismo que con el también homenajeado allí episodio “It´s a good life”, el tono con el se trata este relato en la película del 83 resulta excesivamente recargado de elementos grotescos y surrealistas, como si se estuviera ilustrando una pesadilla suburbana alejando precisamente así la historia del espíritu de la mayor parte de los episodios de la serie original: personas normales sometidas a experiencias extraordinarias y  que se ven arrastradas fuera de su existencia cotidiana hacia la “zona crepuscular”.

 

Dirigido por Richard Donner,  basado en un relato de Richad Matheson (dos nombres habituales en la serie que con los años acabaron deviniendo el primero en el director de algunas de las películas más populares de los ochenta y el segundo en uno de las más reputados escritores de fantasía y ciencia ficción de la segunda mitad del Siglo XX) y con un reparto al frente del cual aparece William Shatner (también protagonista de otro episodio comentado aquí, “Nick of time” y también un hombre que posteriormente desarrollaría una fructífera carrera profesional), es la historia de Robert Wilson, un vendedor de treinta y siete años casado y con hijos (una vez más un perfecto representante de lo que por aquel entonces debía ser un americano medio) que acaba de salir de una estancia de seis meses en una clínica mental tras sufrir un colapso nervioso durante un viaje en avión. Wilson regresa a casa acompañado de su esposa precisamente en avión lo cual le causa cierto nerviosismo pese a que se considera recuperado de su enfermedad, es en ese momento, en mitad de un vuelo tormentoso, cuando el hombre cree ver a alguien caminando sobre el ala del aparato…

 

Entre los numerosos aspectos a destacar esta historia me llama la atención sobre todo el hecho de que nunca sepamos cuál fue la causa del problema mental que aquejó a Wilson la primera vez, se nos dice que ocurrió en un avión pero no que fuera provocado por el simple hecho de volar, tampoco se nos da demasiada información sobre la vida del protagonista de esta historia, lo cual nos lleva a considerar si lo que sucederá a continuación tiene que ver más con una cierta clase de alineación urbana que con el simple medio físico dónde se materializa la psicosis.

 

En esta historia convergen por un lado el miedo atávico a volar que es inevitable sentir en mayor o menor grado cuando se es consciente de la sensación de indefensión que provoca  el hecho de haber entregado tu voluntad y tu seguridad a una máquina de la que es prácticamente imposible salir con vida en caso de accidente, y por otro lado la aterradora sensación de soledad que siente alguien que padece una experiencia como la descrita aquí al no poder compartir dicha experiencia con un entorno que le cree mentalmente desquiciado. En efecto el horror de Wilson no tiene su origen únicamente en la misteriosa criatura que transita por el ala del aparato, sino en el hecho de que sólo él parece capaz de verla y de que los demás (en especial su propia esposa) le traten con la condescendencia con la que se trata a un loco al rodearle de un biombo de mentiras y falsedades (una de las virtudes de este relato es que la ambigüedad sobre si lo que está sucediendo es real o fruto de una mente trastornada se mantiene intacta hasta el final). Es precisamente este sentimiento el que parece conducir a Wilson a la fatal decisión con la que concluye este episodio que constituye una pequeña obra maestra de la pequeña pantalla a la que sólo habría que ponerle un pero: el diseño del espanto en cuestión deja bastante que desear, o hablando en plata, resulta directamente ridículo. Una opinión que compartía el propio autor del relato original que lo definió literalmente como “una especie de huraño osito de peluche”.

 

 

Y eso ha sido todo amigos, espero que hayan disfrutado de este viaje compuesto de diez estaciones y una introducción inicial, y espero sobre todo que estos simples comentarios de aficionado hayan despertado en ustedes el interés por una serie de televisión que, como hemos tratado de explicar, va mucho más allá de una simple sucesión de relatos de ciencia ficción, fantasía y misterio (aunque si así fuera ya de por sí merecería la pena su visionado) y representa una verdadera antología de la condición humana y de los terrores que la atormentan amen de una aguda crónica social de la vida cotidiana en una época histórica (finales de los cincuenta y principios de los sesenta) en la que se produjo un abrupto cambio cultural que transformó el pasado siglo. Espero que lo comprueben alguna vez con sus propios ojos.

 

Gracias por todo y Feliz Noche de Halloween. 

 

 



7 Comments:

Anonymous Sr. Biltons said...

¡Qué despiste! Yo pensaba que este ya había salido. Este episodio es un clásico indiscutible que debe aparecer en cualquier lista, aunque en esta he echado de menos “Beauty is in the Eye of the Beholder” que, visto con ojos de la época, es muy impactante. Me alegra que la lista haya tenido el toque personal de “Odissey of Flight 33” en vez de poner por ejemplo “Time Enough at Last”.

Creo que Rod Serling hizo otra serie, “NIght Gallery”, (también parodiada en Los SImpsons, por cierto) ¿La has visto? Parece más enfocada al terror por el terror, sin la parte de retrato o de moraleja que tenían alguno de los episodios de “The Twilight Zone”

Bueno, espero que te guste saber que yo me anime a ver la serie después de tus primeros artículos.

Un saludo.

5:22 AM  
Blogger SisterBoy said...

Lo de ver con "ojos de la época" es imprescindible en esta serie, pero aún así "Beauty..." no es de mis preferida quizás por lo pobre de los efectos de maquillaje (aunque parece mentira que diga esto teniendo en cuenta el episodio comentado en esta entrada).

De "Night Gallery" me estoy bajando un capítulo, si la estética de la época no me resulta muy chocante quizás baje más.

Me alegra que este post te haya animado a abordar la serie ¡ahora a difundir el culto!

8:42 AM  
Blogger El Impenitente said...

Qué buenos los Manhattan Transfer. Se murió hace poco uno. Creo que el calvo.

Pues gracias por la serie de relatos. A mí me ha encantado. Y, efectivamente, espero comprobarlo alguna vez con mis ojos

1:42 PM  
Blogger SisterBoy said...

Pues está disponible en las plataformas piratas más populares y si no encuentra el camino aquí estoy yo para guiarle.

8:06 AM  
Blogger Slim said...

lástima que terminó el festival de hoooy
gracias sr. sisterboy por ilustrarnos.

Yo espero que se le ocurra otra serie de publicaciones.

10:24 AM  
Blogger SisterBoy said...

Gracias Slim, yo también lo espero pero me temo que la decadencia blogueril es imparable

10:53 AM  
Blogger Deckard said...

A título de inventario yo también me he bajado un par de temporadas y en algún momento me pondré con ellas.

5:39 AM  

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