Saturday, May 24, 2014

Okerbideak ezpaitaki mintzaerarik, berdin tratazen baitu erdalduna eta euskalduna


No tenía pensado ir a ver esta película, no por española (la verdad es que veo bastantes de esa nacionalidad) sino porque en general detesto esta clase de comedias independientemente del país en el que se hayan producido. Pero por razones inexplicables incluso para los propios autores del asunto la película se ha convertido no ya en un éxito de taquilla (la película española más vista en España o algo así) sino en un fenómeno social con repercusiones insospechadas, prensa del corazón incluida.


Lo que distingue a una película con una recaudación normal (lo que en estos días ya es un gran logro) de un súper éxito es que los súper éxitos los va a ver todo el mundo, especialmente gente que por lo general nunca va al cine (la han ido a ver todos y cada uno de los miembros de mi familia directa, alguno de los cuales pisaba una sala de exhibición por primera vez en lo que llevamos de década). Y “Ocho apellidos vascos” la ha ido a ver todo el mundo y yo qué quieren que les diga, soy muy mundo y como pienso que “el hombre debe participar del devenir histórico de su época so pena de que se le juzgue por no haber venido” (como dijo quien lo dijera) al final he terminado por pasar por el aro.


Supongo que algo ha tenido que ver en origen el enorme éxito en su momento que (en su país) tuvo la francesa “Bienvenidos al Norte” (Bienvenue chez les Ch'tis), un filme donde también se ironizaba con el contraste entre la tradicional idiosincrasia de diferentes zonas del país (en este caso el sur refinado y civilizado frente a las tosquedad norteña). La película jugaba con ventaja porque los tópicos regionales son una apuesta segura en casi cualquier cultura, debido a ello algún tiempo más tarde la historia tuvo su reflejo en una producción italiana (en esta ocasión con el orden cardinal invertido) y era de esperar que aquí ocurriera algo semejante.


En esta ocasión ha sido Emilio Martínez Lázaro (un director que acumula en su historial un buen porcentaje de las películas españolas más populares de las últimas décadas lo que lo convierte en algo así como un realizador solvente) el encargado de llevar a cabo la tarea de poner en pantalla en forma jocosa algunos de los tópicos regionales más comunes en nuestro país.

 No obstante parece lógico pensar que los autores intelectuales del asunto hayan sido el dúo de guionistas Borja Cobeaga y Diego San José, dos profesionales pertenecientes a la misma generación y unidos además por el hecho de su origen guipuzcoano y por una carrera que se ha desarrollado básicamente en programas de la pequeña pantalla. Y aquí es donde empieza el problema, desconozco los entresijos de la gestación del proyecto pero repito que me da la sensación de que estamos ante una película de guionistas, y además de guionistas de programas de televisión. Esto se adivina ya desde el comienzo del filme con esas primeras escenas en que se detalla el encuentro entre Amaia y Rafa (todo un descubrimiento Dani Rovira por cierto, que me parece el mejor actor de la película por encima del muy elogiado Karra Elejalde) donde la extraordinariamente anticinematográfica manera en la que se introduce la historia muestra a las claras un apresuramiento por llegar al territorio que de verdad interesa a los autores del argumento: colocar a un capillita andaluz en un pueblo vasco y desgranar una serie de chistes previamente escritos posiblemente desde hace años.

No digo que la película no tenga gracia, que la tiene, en ocasiones mucha y en ocasiones vergonzantemente poca, tampoco me molesta el inacabable desfile de tópicos, eso es algo con lo que un espectador medianamente informado ya contaba antes de entrar y resultaría inverosímil quejarse de ello. El problema es que estamos ante un mal guión dentro de una película mal dirigida donde los sketchs predominan antes que cualquier sentido a la hora de desarrollar un argumento cuando debería ser al revés.

 Pero repito que nos encontramos ante un ejercicio –en ocasiones- simpático de reírse de los prejuicios de una España que puede que en el fondo no se diferencia demasiado de la mostrada en pantalla, un ejercicio que posiblemente ha ido mucho más allá de lo que nadie esperaba y por razones demasiado complejas para ser explicadas de una forma lógica.

Monday, May 05, 2014

If three was six

No soy demasiado amigo de las auto citas en el mundo bloguero, pero resulta que lo único bueno que tiene recibir spam en los comentarios de esta página es que te traen a la memoria entradas antiguas y hete aquí que el último spam me ha traído precisamente una de hace más de dos años y medio, y como da la casualidad que precisamente se trata de una cuestión que la actualidad ha vuelto a poner de moda he decidido volver a leerlo y que ustedes porque yo, hago mucho caso de las casualidades (hoy sin ir más lejos he conocido a alguien que se apellidaba "Zalamea" y había nacido en Fuenteovejuna, y les aseguro que es totalmene cierto). En fin aquí está lo que pensábamos en junio de 2011 de la recientemente fenecida "La sexta 3"