No es ni mucho menos la primera vez que se trata el
escabroso tema del derecho de los discapacitados a las relaciones sexuales (discapacitados
físicos se entiende, el tema del sexo con discapacitados intelectuales resulta
todavía más escabroso y conozco pocos filmes que no hagan alusión a ello desde
un punto de vista algo retorcido), recuerdo por un ejemplo una película
francesa de hace ya algunos años llamada “Nacional 7” que sin ser un gran
producto cinematográfico al menos tenía la virtud de abordar un tema tan
complicado.
“Las sesiones” está dirigida por Ben Lewin, (un realizador
del que no sólo no he visto su –escasa- filmografía sino que ni siquiera tenía
noticia de su existencia) y se apoya sobre todo en el trabajo de un poderoso trío
de actores protagonistas (John Hawkes, Helen Hunt y William H. Macy) y en un
guión sencillo y efectivo del que sólo me sobró el último tercio debido a su intención
de desgranar en unos minutos parte de la historia auténtica de Mark O´brien, una
parte que hubiera necesitado por sí sola un filme entero y que se justifica por
el empeño de dotar de un final a una historia que no lo necesitaba.
El principal mérito de “Las sesiones” es la naturalidad con
la que se desarrolla el argumento, O´brien, un hombre que padece el doble
castigo de una parálisis casi total que sin embargo no le ha privado de sensibilidad,
(y al que interpreta John Hawkes en un trabajo que apesta a Oscar aunque espero
que tampoco se olviden de Helen Hunt) toma su decisión y la lleva acabo contando
con la compresión y la ayuda de todos los que le rodean, incluyendo el
sacerdote católico al que interpreta William H. Macy, todo ocurre de un modo
tan simple que el espectador siente una verdadera sensación de envidia ante una
sociedad que acepta unos hechos incuestionables sin mayores problemas.
La naturalidad antes mencionada se extiende también a las
escenas sexuales tanto en el lenguaje empleado como en la parte física del
asunto aunque por desgracia algunos tabúes no son tan sencillos de vencer ya
que, mientras no parece existir problemas con respecto a los desnudos integrales
femeninos, sí que parece haberlo con los masculinos (supongo que por una cuestión
de calificación de la película) con lo que el resultado deja un desagradable gusto
a sexismo de toda la vida.
Emitido por primera vez en 1965 (y desde entonces un clásico
de la televisión yanqui) “A Charlie Brown Christmas” es un cortometraje en el
que perdedor de cabeza redonda se siente extrañamente deprimido cuando llegan
las fiestas (“Charlie Brown eres la única persona que conozco que puede tomar
una cosa maravillosa como la Navidad y convertirla en un problema”), con la
excusa de organizar la función infantil del colegio Charlie se empeña en
encontrar el autentico sentido de las fiestas algo que lograra a medias gracias
a Linus (el neurótico de la manta). A pesar de tratarse de una animación
navideña dirigida a niños y con final feliz resulta extraño el amargo tono con
el que está narrada esta historia. Atención a una banda sonora muydel gusto de la época en la que destaca esta
elegante versión del clásico “O Tannembaun”
Antes de ser una chirriante película de Jim Carrey que jamás
he podido terminar de ver, “How The Grinch stole Christmas” fue un cuento
infantil escrito por un tal Dr Seuss (y narrado en unas extrañas rimas que
parecen sacadas del nadsat de la pandilla de Alex DeLarge) y un corto de
animación de Chuck Jones emitido en el año 1966. El Grinch es junto con Mister
Scrooge la encarnación del espíritu anti navideño que sienten millones de
personas todos los años. En este caso el monstruo verde se confiesa irritado
por el excesivo ruido que el jolgorio navideño produce en el cercano pueblo de
Whoville y decide fastidiarles la fiesta a los lugareños robándoles toda la
parafernalia propia de la época (desde el árbol de Navidad hasta el asado), por
supuesto al final lo verdaderamente importante es el espíritu navideño y no los
bienes materiales esto y lo otro. Como en el caso anterior destaca uno de los
temas de la banda sonora por la voz cavernosa de su intérprete y lo psicodélico
de su letra.
El “Cuento de Navidad” de Dickens es sin duda el relato navideño
más famoso de la historia de la literatura. Pero a pesar de ello, y a pesar de
que las adaptaciones son variadas e innumerables (desde una comedia musical
hasta un capítulo de “Fama”), no creo que se pueda decir se haya hecho la
adaptación definitiva e indiscutible del célebre cuento. Así pues sólo queda
elegir la que más nos guste. Mi elección es “Scrooged”.
Estrenada en 1988, dirigida por Richard Donner (uno de los
realizadores fundamentales de la década pegajosa) y protagonizada por Bill
Murray (al que todavía perseguía el fantasma de la película cuasi homónima
estrenada algunos antes tal y como demostró el idiota que le puso el
vergonzante título que el filme recibió en España) “Scrooged” tenía a mí
entender la principal virtud de no hacer de Scrooge un ogro paródico de cuento
infantil tal y como la mayor parte de las adaptaciones se empeñaban en mostrar,
Frank Cross era simplemente un tipo normal adaptado al mundo en el que vivía
(que no hay que olvidar que era el de los productores de televisión en los súper
competitivos ochenta), aunque sobre mi opinión acerca del verdadero carácter de
Scrooge ya hablaremos el año que viene (o el otro).
Dejando aparte este hecho lo cierto es que la película era
una comedia agradable sin más estridencias que las que ofrecía la vis cómica de
Murray y con cantidad de escenas memorables la mayor parte de las cuales tienen
que ver con los dos primeros espíritus interpretados por David Johansen y Carol
Kane.
En fin para mí un clásico navideño inevitable.
Y esto ha sido todo, se han quedado algunas fantasias en el tintero pero ya hablaremos el año que viene de ellas. El Blog de Sisterboy Drama les desea a todos feliz navidad y que Dios nos bendiga a todos.
UN PASO EXTRA PERO IGUAL DE VACILANTE EN LA ZONA CREPUSCULAR
NIGHT OF THE MEEK
Emitido por primera vez el 23 de diciembre de 1960 este
episodio no está incluido en el top ten del que hemos estado hablando desde
hace algunas semanas, se trata de un comentario extraordinario debido a las
fechas en las que estamos y a que se trata del único episodio navideño de la
serie.
Henry Corwin trabaja como Santa Claus en los grandes
almacenes de un barrio deprimido. Alcohólico y desengañado (un precedente
voluntario o incidental del “Bad Santa” al que daría vida Billy Bob Thorton
bastantes años más tarde) Corwin es despedido de su trabajo y termina vagando
por las calles heladas hasta que acaba por caer de lleno dentro de los límites
de la zona crepuscular.
El guión vuelve a recaer sobre la pluma de Rod Serling que
una vez más demuestra su opinión ambivalente sobre la condición humana mostrando
en un mismo episodio una dura historia de miseria moral y material (condensada
en el monólogo que Corwin pronuncia después de ser despedido) y posteriormente una clásica fantasía navideña
que también incluye la redención del Mister Scrooge que casi siempre está
presente en dichas fantasías. Destaca el trabajo del actor Art Carney muy
conocido en su país pero del que personalmente no recuerdo ningún otro trabajo.
Este fue el primero de los seis episodios de la serie que se rodó en cinta y no
metraje cinematográfico con el fin de abaratar costes, por desgracia el
resultado es que el estado de conservación de dichos episodios es bastante
deplorable.
En la nueva versión de la serie que se hizo veinte años más
tarde (siguiendo la estela del homenaje cinematográfico previo), y de la que
puede que hablemos en su momento, este fue uno de los episodiosque se rehicieron aunque sin aportar gran
cosa al original. En esta ocasión el Santa Claus ebrio fue interpretado por
Richard Mulligan (otra cara muy conocida de la T.V. americana pero que para mí
siempre será el histriónico Burt Campbell de “Enredo”) y el dueño de los
grandes almacenes por William Atherton (que siempre será el capullo de la saga
“Die Hard”).
El primero de los (que yo sepa) dos únicos episodios
Navideños de Futurama es “Xmas Story” emitido por primera vez el 19 de
Diciembre de 1999. Futurama era (hablo de los episodios antiguos, no he visto
ninguno de las nuevas temporadas) una serie que se apoyaba en dos caballos
ganadores: la inabarcable estupidez de Fry y el amoral sentido de la vida de
Bender, el resto eran secundarios con mayor o menor fortuna (mi favorito
siempre fue el Doctor Zoidberg) y una trama futurista que permitía todo tipo de
extravagancias.
En “Xmas Story” Fry trata de comprarle un regalo a Leela
para disculparse por su falta de tacto al quejarse de su situación personal en
sus primeras navidades en el tercer milenio (“Me siento como una rata, yo aquí
lloriqueando como un cerdo mientras la pobre Leela está más sola que una rana”)
pero resulta que en el futuro Santa Claus es un personaje terrorífico, un robot
creado para castigar a los que se han portado mal durante el año, debido a un
error en su programación los criterios para distinguir el bien del mal son tan
estrictos que considera que todos los humanos con los que se encuentra durante
la víspera de Navidad merecen la muerte. Tras una dura noche en la que Fry,
Bender y Leela tendrán que luchar para salvar la vida todo se arregla y el
episodio acaba con un villancico al estilo “Futurama”.
A TALE OF TWO SANTAS
“A tale of two Santas” es el segundo episodio navideño de
Futurama. En él Fry, Bender y Leela tienen que viajar al Polo Norte para hacer
una entrega al diabólico Santa Claus del futuro. Pero Fry sigue empeñado en
recuperar el espíritu navideño de su tiempo y junto con sus amigos consigue
derrotar a Santa Claus y hacer que Bender se convierta en sus sustituto y todo
ello con la ayuda de un grupo de elfos que protagonizan sin duda uno de los
grandes momentos musicales de la serie.
HOUSE M.D.
IT´S A WONDERFUL LIE.
No se exactamente cuántos capítulos de House trataban de
estas fiestas, o al menos tenían lugar durante ellas, pero por alguna razón
este es el único que recuerdo. Aunque en un principio daría igual que el caso
médico, alrededor del cual suele girar el argumento de cada episodio, tuviera
lugar el día de San Parrufo el sentido
de la Navidad se usa como un elemento más para describir el carácter del
personaje protagonista de esta serie. De ese modo vemos como House manipula en
su provecho el juego del amigo invisible (llamado aquí Secret Santa aunque en
el fondo se trata de lo mismo) revelando en el fondo un lamentable estado de
soledad, estado que alcanza su expresión más explícita en esa secuencia en la
que House atraviesa el hall del Plainsboro mirando de reojo el jolgorio general
pero mostrándose incapaz de unirse a élpor más que en la conclusión del capítulo se atenúe un poco el patetismo
de esa escena.
Aparte de eso hay unos hermosos planos aéreos de New Jersey
cubierto de nieve y la gente lleva gorros con cuernos de reno y suenan unos
hermosos villancicos (ingleses y americanos por supuesto) lo que contribuye a crear
uno de esos agradables ambientes navideños como sólo saben hacerlo los
teleplayers americanos.
AMERICAN HORROR STORY
UNHOLY NIGHT
Incluso una serie tan miserable como esta no puede olvidar
el espíritu de las fechas en las que nos encontramos. Aunque por supuesto lo
hace a su retorcida y sádica manera, es decir pervirtiendo y corrompiendo dicho
espíritu tal y como suele hacer con casi todas las cosas que en este mundo
aspiran a ser dignas de respeto.
En esta ocasión se nos narran las hazañas de un maniaco
odiador de las Navidades (interpretado por Ian McShane) mezcla de Freddy Krueger, Anibal Lecter y el
Hombre del Saco que, disfrazado de Santa Claus, se dedica a sembrar el terror
cada mes de Diciembre.
PLACIDO
Obra cumbre de Luis García Berlanga (por encima incluso de
“El Verdugo” y posiblemente uno de los pocos filmes nacionales que pueden ser
reivindicados como “cine de navidad” (juntoa una media docena de títulos más que no serán comentados por motivos
variados e inexplicables).
Pero ¿qué Navidad? La película está rodada en 1961 y
posiblemente también ambientada en ese año pero para los protagonistas de esta
tragicomedia el tiempo parece haberse detenido en 1939, la Navidad de “Placido”
huele a postguerra, hambre, picaresca, anís de garrafón, peladillas parte
dientes y sabañones, y todo ello aderezado con el terrible y omnipresente frío
mesetario que no parece mitigarse con nada.
La excusa argumental es una campaña (por lo visto inspirada
en una campaña real de aquel entonces) navideña con el slogan de “siente a un
pobre en su mesa” que es un ejemplo preclaro de la idiosincrasia del nacional
catolicismo de la época.La película
sigue el recorrido del tal Plácido (interpretado por el bueno de Casto Sendra
“Cassen”) en una angustiosa carrera contra el tiempo para evitar que le
embarguen el motocarro el día de Nochebuena, en dicha carrera le acompañaran
(la mayor parte de las veces para estorbarle yagravar su tormento) una delirante corte de los milagros en la que
destaca el cantamañanas de Gabino Quintanilla (al que da vida José Luis López Vázquez
de esa manera en la que sólo él podía hacerlo) seguido de lo más florido de la
interpretación española del cine del desarrollismo (Manuel Alexandre, Fernando
Delgado, José María Caffarel, Julia Caba, sin olvidar a unos jóvenes Agustín González
y Luis Ciges).
Todos ellos contribuyen a la grandeza de una película que destaca sobre
todo por la genial composición de los planos-secuencia, cada uno de los cuales
es de por sí una película en sí misma o más bien un cuadro de Brueghel de esos
en los que pasan mil cosas al mismo tiempo, (cada vez que veo la película descubro
algún detalle nuevo) y también por la aterradora miseria moral y material en la
que se mueven los protagonistas de la historia, ninguno de los cuales se salva de
padecer al menos alguna de ellas (y los más desafortunados ambas). Y así era la
Navidad española en 1961
PESADILLA ANTES DE NAVIDAD
¿Es “Pesadilla antes de Navidad” una película para ver en
Halloween o para ver en Navidad? Como ejemplo del carácter híbrido del filme
baste decir que en los Estados Unidos se estrenó el 29 de octubre de 1994 y en
España el 2 de diciembre del mismo año, de hecho la gracia de la historia está
precisamente entre la mezcla imposible de estas dos fiestas tan distintas y de
cómo los habitantes de “Halloween Town” fracasaban en su intento de imitar las
Navidades al ser incapaces de desligarse de su condición al igual que
Frankestein era incapaz de vivir como los seres humanos y decidía amar la
muerte y odiara los vivos. Pero bueno
no nos liemos, digamos que es una película muy bonita para ver en cualquier
fecha siempre y cuando se haga en versión original y no en la horrenda versión
doblada que vi yo hace ahora 18 años.
GLEE
EXTRAORDINARY MERRY CHRISTMAS
Segundo especial navideño de la serie Glee (supongo que
habrá un tercero este año pero yo no voy a verlo) y notablemente superior al
primero. Al menos la excusa argumental no es tan tonta como la del primer
especial, en este capítulo se trata de que los chicos del coro tienen que
organizar un programa navideño para la televisión local. (También hay una
subtrama algo más edulcorada sobre un concierto para familias sin hogar pero el
que no entienda que un especial navideño de una serie con vocación de
mayoritaria como esta tiene que ser en parte así es que no comprende ni la
Navidad ni la ficción televisiva ni posiblemente ninguna otra cosa de la vida.)
La gracia está en que Artie, el director de la función,
decide dedicar parte de ese programa a hacer un homenaje a los especiales
navideños de Judy Garland y para ello nos ofrece una simpática parodia con Kurt
y Blaine ejerciendo de anfitriones mientras cantan y bailan “Let it snow”, más
adelante se les unen Rachel y Mercedes y los cuatro cantan “My fauvorite
things” en uno de los momentos más encantadores de la serie.
AUTOPISTA AL CIELO
ANOTHER SONG FOR CHRISTMAS
Durante la semana previa a Halloween se comentó el especial
homónimo de esta serie y se dijo que posiblemente ninguno de sus otros episodios
merecía un segundo visionado. Pero me había olvidado de esta versión (prácticamente
no hay serie de T.V. que se precie que no la tenga) del clásico cuento navideño
de Dickens. En esta ocasión Scrooge es “Honest” Eddy, un malvado vendedor de
coches de segunda mano (una figura bastante diabólica según nos ha mostrado
siempre la ficción americana) que pasará por su catarsis personal ayudado por
el ángel de marras y su barbudo ayudante. Es difícil hacer algo malo con una
historia tan buena como la de Dickens así que el capítulo se ve con agrado pero
yo destacaría por encima de todo la interpretación de Geoffrey Lewis uno de los
grandes secundarios de todos los tiempos y uno de los rostros más expresivos
del cine y la televisión de su tiempo (y
el que no lo crea que vea “Bronco Billy” y se descojone).
FAMILY GUY
ROAD TO THE NORTH POLE
Stewie (el bebe sociópata) decide viajar hasta el Polo Note
en compañía de Brian (el perro alcohólico) para matar a Santa Claus por haberle
decepcionado en el centro comercial de Quahog.Cuando llegan allí descubren a un Santa Claus estresado por el trabajo
de repartir tantos regalos en una sola noche sin más ayuda que un grupo de
elfos deformes debido a la endogamia. Como se podrán imaginar son nuestros
héroes los que decidirán echar una mano al gordote galopando sobre un trineo
tirado por renos carnívoros. Episodio dominado por el peculiar sentido del
humor de la serie y adornado con piezas separadas magistrales como la de la
Aurora Boreal o la manera en la que Stewie disimula su ausencia ante su familia
de retrasados.
Con “The Neon Bible” concluye el repaso integro a la filmografía
de Terence Davies (a falta de ver el documental “Of time and The City” algo que
presiento que me va a costar un poco). Es curioso cómo la buena impresión que
causa una obra determinada puede llevarte a tirar del hilo hasta conseguir
completar el cuadro general del trabajo del artista en cuestión.
A pesar de estar basada en un libro de John Kennedy Toole
(sí, ese que están pensando) el argumento encaja perfectamente con la
recurrencia temática de Davies, únicamente ha tenido que cambiar el escenario
de su Liverpool natal por el profundo Sur americano, de resto sigue todo ahí:
una trama caleidoscópica compuesta más por pinceladas de tono costumbrista que
por un guión heterodoxo, un niño como observador-narrador del devenir de una
familia de clase trabajadora con un padre intransigente y tiránico y una madre
abnegada, y todo ello en un ambiente dominado por la religión y como siempre la
música como hilo conductor. Gena Rowlands contribuye a dar prestigio a una
cinta que probablemente sólo gustará a aquellos espectadores ya familiarizados
con el personal estilo de Mister Davies.
Por otro lado la Campaña de Navidad del Blog de Sisterboy Drama ha empezado así que a partir de ahora se añadiran los comentarios sobre fantasías navideñas de ayer y hoy. Algunas a lo mejor son repetidas pero bueno, la Navidad es todos los años.
Resulta difícil no identificar el estilo de “The bishop´s
wife” (por cierto me pregunto si se tradujo de forma literal el título en el
estreno de esta película en la España de entonces) con el de “Qué bello es
vivir”, tanto por su temática como por el hecho de que dos actores infantiles
(el que hacía de George Bailey niño y Zuzu la de los pétalos) están presentes
en ambas películas,tampoco creo que se
trate de un intento de explotar el éxito de la primera porque entre ambos
filmes hay sólo un año de diferencia y porque hay que recordar que “Qué bello
es vivir” fue en un primer momento un gran fracaso de crítica y público.
Pero repito que “The bishop´s wife” recuerda mucho a la obra
maestra de Capra, aquí hay también una oveja descarriada (el obispo del título
interpretado por David Niven) que necesita ayuda para regresar por la senda de
la bondad y el amor familiar, también hay una intervención divina manifestada a
través de un ángel de la guarda (Cary Grant) encargado de dicha tarea. La
novedad es la historia de amor entre el ángel y la mujer del obispo en cuestión
(Loretta Young) y es extraño porque esta parte de la trama es también la más
floja del guión, puede que este hecho se deba a la no demasiado afortunada
interpretación de Grant al que no se le veía en absoluto cómodo en el papel que
le tocó en este filme.
Pero quitando eso hay que decir que “The bishop´s wife” es
un título que encaja perfectamente con las mínimas exigencias que debe tener un
cinéfilo en estas fechas entrañables y que además contiene un buen puñado de
escenas memorables como la que ilustra este comentario (y que he tenido que
subir personalmente a una cuenta de daily motion porque alguien está empeñado
en que no la veamos).
Años más tarde se hizo un remake con Denzel Washington
haciendo de ángel y Whitney Houston de mujer del en esta ocasión simple
predicador. Nunca la he visto porque a nivel personal jamás he soportado a
Whitney (que en paz descanse) en su faceta como actriz.
“Miracle on 34th street” es casi una película gemela de la
comentada el otro día, un cuento de Navidad urbano en el Nueva York de los años
40 con, una vez más, un personaje que necesita ser rescatado de su materialismo
y su escepticismo por parte de una figura divina por más que en esta historia
en particular dicha condición quede más en el campo de la ambigüedad.
Película notablemente inferior a “La mujer del obispo” que
se recuerda únicamente por la celebre escena del juicio en el que se trata de
dilucidar si existe o no Santa Claus y también por la participación de Natalie
Wood que está tan mona como para comérsela con acompañamiento de habas y un
buen Chianti.
Bueno no todo va a ser tiernas comedias cuarentonas llenas
de rosas, caramelos y gatitos pequeñitos. La campaña de Navidad del blog de
Sisterboy está muy atenta a aquellas manifestaciones anti navideñas que en
realidad son tan propias de estasfiestas como sus ceremonias más ortodoxas. Y un buen ejemplo de lo
primero es esta película.
De Finlandia (una tierra cuya única contribución hasta ese
momento a la cultura moderna del terror había sido el grupo Lordi lo que es
decir más bien poco) nos llegó hace un par de años este filme conocido en
nuestro país sobre todo por ser el ganador del festival de Sitges de 2010.
En un planteamiento que recuerda un poco al del clásico “La
Cosa”, un grupo de científicos descubre en un inhóspito paraje ártico un enorme
recipiente enterrado bajo varios metros de hielo y nieve. Pero dentro de él no
se encuentra ningún cefalópodo cambia-formas de origen extraterrestre sino el
mismísimo Santa Claus que, cómo se pueden imaginar, no se parece en nada al beatifico
bonachón popularizado por la Coca-Cola, sino que más bien se trata de una
bestia mitológica con una morbosa complacencia en el spanking extremo de niños
descarriados.
“Rare Exports” es una película agradable que cuesta poco querery cuesta mucho criticar aunque personalmente
me quedo más con el tono tenebroso de cuento oscuro con el que comienza y algo
menos con la variación hacia la astracanada y la fantasía juvenil con el que
termina.
Fantasías Navideñas de ayer y hoy. Series de televisión.
“A ver Glee Christmas”
“Glee” era (ya sé que sigue emitiéndose pero yo decidí que
el final de la tercera temporada era el momento perfecto para abandonar el
barco) una serie con algunas virtudes como unos diálogos brillantes y algunos
aspectos sociales a considerar como el hecho de ser la serie para adolescentes
más explícitamente pro-gay que se haya hecho nunca. Pero hay que reconocer que
en muchas ocasione resultaba un espectáculo bastante ñoño.
El capítulo navideño de la segunda temporada por ejemplo era
una auténtica memez que sólo se justifica (como muchos otros capítulos de la
serie) por el hecho de descubrirte canciones pertenecientes a la más
impenetrable cultura popular que nunca antes había escuchado.