Friday, July 20, 2012

Esta semana he visto...







Además de ser un melodrama como de costumbre excesivo (Fassbinder se declaró siempre un gran admirador de Douglas Sirk), “El matrimonio de María Braun” funciona como una evidente metáfora sobre la Alemania de post-guerra, la acción se inicia (después de un prólogo que merecería entrar en alguna clasificación sobre los mejores comienzos de películas de la historia ) precisamente durante el comienzo de la ocupación aliada tras la guerra y concluye en pleno apogeo de lo que se conoció como “milagro alemán”, de hecho el propio personaje de María Braun podría ser considerado en sí mismo también como una metáfora, alguien empeñado en progresar sin detenerse en ningún tipo de consideración moral como forma de borrar de la historia un denigrante pasado del que sin embargo es imposible desprenderse, un pasado encarando asimismo por ese marido militar al que la guerra, la cárcel y el exilio mantiene siempre alejado de una mujer que sin embargo no dudará en llegar al asesinato (en una escena particularmente ridícula aunque esto es algo que no debe extrañar a ningún espectador familiarizado con la obra del cineasta alemán) para protegerle. 

Hannah Schygulla más sexy que nunca (y eso que parecía difícil estar más sexy que en “Atención a esa prostituta tan querida”) aunque mi chica Fassbinder favorita siempre será Irm Hermann



 
Tengo el honor de haber sido uno de los primeros que vio la película “Memento” en España, fue durante el festival de Sitges, recuerdo que aquel año también se proyectaba “Following”, el primer largometraje (es un decir) de Christopher Nolan y recuerdo también que tras leer la sinopsis me entraron grandes deseos de echarle un vistazo (incluso antes de que “Memento” me dejará tan impactado, tanto a mi como al resto de la en ocasiones insoportable audiencia festivalera) pero todo el que ha estado en un festival de cine sabe bien que sólo dividiéndose uno en ocho partes sería capaz de ver todas las cosas que le gustaría.

De este modo no ha sido hasta más de diez años después cuando he tenido ocasión de ver por fin el primer filme de Nolan. Filmada en blanco y negro y de no más de setenta minutos de duración ( ¡ah esas operas primas en las que no hay una perra para el presupuesto pero en la que el autor dispone de una refrescante libertad casi absoluta!, Nolan ya no hará jamás una película de 70 minutos) es la historia de un aspirante a escritor, solitario y aburrido que trata de buscar la inspiración siguiendo a desconocidos por la calle. El perseguidor adoptara una serie de reglas para que este inocente pasatiempo no se transforme en obsesión, al incumplir dichas reglas caerá directamente en una trama que Raymond Chandler o James Cain hubieran encontrado digna de sus plumas. Sería imperdonable contar algo más.

 
Después de la mala impresión que me causó “Gangs of  New York” no me quedaron muchas ganas de volver a ver otra macro película firmada por Martin Scorsese, ¿Pensaba acaso que el director de las cejas pobladas había perdido su acreditada capacidad para sacar adelante proyectos tan complejos en duración y contenido? ¿Sería “El aviador” un nuevo fiasco?

Ahora mismo no recuerdo cómo recibió el público aquel estreno del año 2004 pero desde entonces muchas personas cuya opinión respeto me habían recomendado no hacer caso a aquella desconfianza inicial y hoy, ocho años después, por fin puedo decir que estaba equivocado. “El aviador” es efectivamente una excelente película y no el pollo sin cabeza que era “Gangs…”, aquí Scorsese vuelve a revelarse como un maestro a la hora de equilibrar un filme cuya larga duración queda en todo momento compensada por un desarrollo que evita momentos bajos de ritmo y que incluso termina dejando una cierta sensación haber asistido a una obra breve o inconclusa, algo de elogiar en un filme de 170 minutazos de duración, quizás sea porque  Scorsese tiene a mi entender el acierto de evitar un biopic al uso concentrándose exclusivamente en un período de veinte años de la vida de Howard Hughes eludiendo mostrar la infancia del personaje (que además está perfectamente resumida en la magistral escena que prologa la película) así como su miserable final.

Como valor añadido reconocer que resulta agradable contemplar una  superproducción “como las de antes” con un argumento adulto (me refiero a que no salen enanos ni polifemos)  y en la que, a pesar de que los efectos especiales son evidentes, uno no tiene la sensación de que los actores se han pasado todo el rodaje haciendo el machango delante de una pantalla azul. 


 
Por pura casualidad la película que vi a continuación de “El aviador” fue “Who´s knocking at my door” el primer largometraje de Martin Scorsese.

Todo el que conozca un poco la obra del director neoyorquino no podrá evitar establecer comparaciones entre esta opera prima y la posterior “Malas Calles”. En ambas se narran las tribulaciones de un personaje (en las dos películas interpretado por Harvey Keitel) que se debate entre mantenerse fiel a la cultura de barrio italoamericano en la que ha crecido (una cultura que por cierto el director conocía muy bien -aunque más como espectador que como participante- y que siempre supo retratar de forma honesta e inevitablemente brutal) o iniciar una relación con una mujer muy alejada de ese mundo.

La diferencia entre esta película y “Malas calles” es la misma que había entre la sociedad y la forma de hacer cine en 1968 y en 1972, y aunque soy un gran defensor de “Malas Calles” lo cierto es que he encontrado a “Who´s Docking at my door” mucho más humana y encantadora, y más estimable incluso en esa magistral forma en la que Scorsese ha sabido siempre combinar imagen y música.


 
Al sentarme a ver este remake americano de una cinta de terror japonesa del subgénero “pelo enchumbado” (una práctica muy popular a principios de la década pasada) no buscaba más que un mero entretenimiento, más me hubiera valido pasarme los noventa minutos que dura la película jugando a estallar burbujitas en alguna página al uso en Internet.

5 Comments:

Blogger Slim said...

Que buena pinta tiene la pelicula de Nolan, la buscare que seguro merece la pena. Tambien recuerdo con gusto El aviador.

Has cambiado el color de fondo?? Lo estoy mirando desde el movil!

12:09 PM  
Blogger SisterBoy said...

¿Cambiar el color? pues no, pensaba hacerlo pero la verdad es que luego lo dejé por vagancia. Espero que veas pronto Following porque tengo entendido que el último Batman de Nolan no es para tirar cohetes (aunque en algunos sitios han tirado tiros)

12:58 PM  
Blogger Slim said...

Jaja que humor mas macabro tienes.
Pues en el movil se ve blanco, que se ve bastante mejor. Aunque en pequeñico

11:08 AM  
Blogger El Impenitente said...

Ha muerto Uribarri. Supongo que la hemorragia cerebral fue debida a un exceso de tinte en el pelo, que esas cosas no deben de ser buenas. Paso por aquí a compartir mi pena. Descanse en paz.

12:56 AM  
Blogger SisterBoy said...

Después de escuchar la retransmisión de Euroview por Beatriz Pecker lo de este hombre fue como la llegada del mesías

7:33 AM  

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