Friday, July 06, 2012

Esta semana he visto y he leido...








Segunda película de Hal Hartley que veo en un mes como forma de reparación de una deuda cinéfila de veinte años, cuando el término “cine independiente” todavía significaba algo, esto es antes de que las nuevas tecnologías permitieron que cualquier pelmazo nos atormente con sus miserias de vez en cuando.   



 
Prosigue el repaso a la segunda parte del dossier de la revista “Dirigido” sobre cine fantástico producido en el siglo XXI y no estrenado en España. Por cierto que no hay manera de encontrar la primera parte, en los kioscos no guardan nunca números atrasados y en el correo de la propia revista no me han hecho ni puto caso.

En esta ocasión hablamos de “Dai Nipponjin” también conocida como “Big man Japan”, una película con estructura de falso documental y con un argumento que podríamos definir (o al menos a mí me lo ha parecido) como un “Watchmen”  a la japonesa. Desde luego el que, distraído por las fotos promocionales, se espere con una película de monstruos al uso se va a llevar un disgusto, la película es como el “vivir cada día” de un desgraciado que habita un Tokio bastante diferente  al que se suele mostrar en el cine, el hombre es el heredero de una raza de súper héroes gigantes en plena decadencia que ahora se ve obligado a luchar bajo patrocinio contra una serie de criaturas que se encuentran entre lo más bizarro que haya sido jamás diseñado en el mundo de los kaiju-eiga. El filme termina con una escena equiparable al grotesco episodio de la familia coneja de “Inland Empire”, mucha gente encontró esta parte hilarante pero yo me quedé acojonado.  

 
El Gaspar Noe que causó un tremendo impacto en el año 2002 con la película-escándalo “Irreversible” ha pasado completamente desapercibido en el 2009 con “Enter the void”, en el comentario a propósito del “Dirigido” se trataba de establecer una comparación entre cómo había cambiado el mundo entre esas dos fechas, pero no creo que ese sea el punto ni sea yo el más adecuado para discurrir sobre ese tema (entre nosotros tampoco creo que el tipo de “Dirigido” lo sea), así que me limito a definir esta película como el resultado de darle a “El árbol de la vida” un baño de acido lisérgico.

En la primera escena de esta película el protagonista (filmado en cámara subjetiva o mejor dicho en cámara “cogotera” pues durante casi todo el metraje el  punto de vista está situado en la nuca del actor) se fuma una dosis de DMT y es como si fuera el propio  espectador el que viera afectada su percepción de la realidad por los efectos del alucinógeno, algo a lo que contribuye la mareante forma de filmar de Noe (suficientemente conocida por los que vieron en su día “Irreversible”) y la estructura circular de la película que avanza, retrocede y vuelve continuamente al hecho traumático que desencadena la acción. Así transcurren dos horas y treinta y cinco minutos de una pesadilla alucinógena en la que se mezclan drogas de diseño, traumas familiares no resueltos y una disquisición en torno a “El libro tibetano de los muertos”. Todo ello en el marco de un Tokio devenido en un scalextric multicolor (y no sólo en sentido figurado) y siempre con la ya mencionada cámara ondeante trasladándose sin cesar en el tiempo y en el espacio (incluyendo el escurridor de un fregadero)  en un espectáculo interesante pero sin duda agotador, imposible verlo de una tacada.



 
Resulta un auténtico placer ver una película como “Triangle” sin saber ni una palabra sobre ella antes de darle al play. En mi caso ha sido así y no se puede decir que las primeras impresiones fueran demasiado esperanzadoras: un encadenado de imágenes confusas y deslavazadas (aunque el espectador experimentado no se inquieta por ello porque sabe que más adelante todo tendrá su explicación o al menos un intento de explicación), un plantel de actores no sólo desconocidos (a excepción de la protagonista principal aunque supongo que, como yo, la mayor parte de los espectadores habrá tenido que acudir a la imdb para ver de qué les suena esa cara) sino además penosos, unos efectos especiales dignos de “La mansión de los Plaff” y un simbolismo más burdo que el del caballito blanco de “Missing”.

En estos primeros compases de la película lo único que impide darle al stop y luego a borrar es la curiosidad que produce el hecho de cual será el rumbo que pueda tomar un argumento tan estrambótico, luego la cosa mejora e incluso roza la excelencia en base a un guión bien trabajado, a un escenario físico no por conocido menos inquietante y sobre todo a un par de escenas que serán siempre las que acudan a la memoria cuando se recuerde esta película. Por supuesto la historia no soporta un análisis riguroso pero siendo sinceros ¿hay alguna que sí lo soporte? En cualquier  caso un entretenimiento encantador (o al menos a mí me lo ha parecido) y un producto que no tiene nada que envidiar a otros de semejante estilo que sí han logrado mayor reconocimiento que esta desconocida y posiblemente muy pronto olvidada “Triangle”. Misterios del cine. 


 

Preclaro ejemplo del subgénero denominado “terror inmobiliario”, subgénero por cierto que posiblemente no exista, pero en caso de que sí lo hiciera (existir) no haría referencia a lo que conocemos como películas de “casas encantadas” sino a otro tipo de tramas desarrolladas en ambientes urbanos en los que el único horror está causado no por el hábitat sino por los habitantes

“Dream home” es la historia de la obsesión de una joven por hacerse con la propiedad de un piso situado en uno de los rascacielos característicos de Hong Kong (ella vive en un agujero infecto no característico de ninguna parte en concreto). La película discurre de forma alterna entre pasado y presente, el pasado es una reconstrucción de las circunstancias que han llevado a la protagonista a su enloquecido empeño, una de las cuales sería una intento de recuperar un tiempo traumáticamente desaparecido tanto de su propia infancia como de la ciudad en la que dicha infancia se desarrolló (y aquí hay implícita cierta critica social que posiblemente sólo tenga sentido para los habitantes de dicha ciudad), el presente es una sucesión de escenas de matanzas monstruosamente desagradables y que no recomendaría a todos aquellos que sean ajenos a las formas más extremas del horror asiático, especialmente si se trata de mujeres, y más aun si además son mujeres que se encuentran en determinada condición. Viewer discretion is adviced.   




 
De momento la manzana podrida de la colección, alguien debería decirle a los autores del bodrio que no basta con parir un argumento surrealista (una rueda que cobra vida y tiene poderes telequinésicos) para conseguir algo digno de mención, cualquiera puede tener una idea semejante, lo que importa de verdad es cómo cuentas la historia. Ya desde un monólogo muy pobremente escrito (una escena tan mala que posiblemente hacía abrigar pocas esperanzas en el resto del espectáculo)   la película deviene en un ejercicio de visión insoportable, tanto que deje de practicar dicho ejercicio a los veinte o veinticinco minutos de empezar, algo que hago muy raras veces ¡y eso que el metraje dura poco más de una hora!, está claro que la relatividad del tiempo también se aplica al séptimo arte. En resumen “Rubber” no es una película estúpida, está contada de un modo estúpido que no es lo mismo.          


 
El estreno “indie” del año según los que entienden de esto, como yo nunca he admitido ese término para definir el valor de una película me limitaré a decir que “Take Shelter” es un título que mucha gente había definido como algo digno de ver.

Después de verla tengo que decir que se trata de un filme con muchos elementos valiosos. Está por ejemplo la impresionante actuación de Michael Shannon (lo que no es una novedad aunque si no recuerdo mal estamos ante su primer papel protagonista), bien secundado por Jessica Chastain (cierto es que esta mujer es más una evocación que una actriz, habrá que verla hacer de otra cosa que no sea una madre y esposa icónica), también la excelente manera de filmar la progresiva e irreparable caída del protagonista en la locura, aunque a mí uno de los aspectos que más me han interesado de esta historia es la descripción de la vida cotidiana de una familia trabajadora en el medio oeste blanco americano, una tipo de vida que la película no critica ni satiriza pero en el que también se vislumbra una cierta mirada inquietante como la que el protagonista dirige hacía esas nubes reales o imaginarias de aspecto lejano pero amenazador.

Por desgracia el realizador de la película parece conocer bien el camino pero no hacia donde se dirige, la progresión del argumento no desemboca en ningún sentido concluyente y no creo que esto sea así por una determinada intención de no dotar a la historia de conclusión propiamente dicha sino más bien por una incapacidad por crear un desenlace verdaderamente climático, y no creo que ese tramposo y frustrante final pueda ser calificado de otra manera que de una apresurada y efectista manera de terminar un relato que parece haber nacido sin cabeza ni extremidades.   


 
Se dice que ningún hombre va al baño sin llevar algo que leer, no se eso será así en todos los casos pero en el mío el tópico se cumple al pie de la letra. Dado el escaso tiempo que uno suele pasar en ese lugar (salvo en caso de algún trastorno que se traduzca en un exceso o un defecto de producción) la literatura más adecuada sería aquella que por su estructura es susceptible de descomponerse en piezas breves, nunca he sido partidario de leer el periódico en esas circunstancias porque resulta un ejercicio un tanto dificultoso (excepción de los formatos pequeños como Sport o ABC que incluso tienen la utilidad de que pueden usarse para rematar la faena si no se tiene otra cosa a mano). Tampoco soy partidario de coger cualquier cosa o incluso de elegir deliberadamente mala literatura considerando indigna de ser leída en esas condiciones a la buena literatura (recuerdo que en cierta ocasión  me puse a leer “La mirada del otro” de Fernando Delgado  y tuve que dejarlo a la mitad porque me estaba ocasionado estreñimiento).

No amigos, la literatura de water merece tanto respeto como cualquier otra leída en sitios de más prestigio como una biblioteca o un sillón de orejas  aunque, como hemos dicho antes, es menester decidirse por lecturas cuya estructura sea adecuada a la brevedad del momento. Los “Selecciones del Reader´s Digest” suelen ser un formato perfecto para llevárselo al trono, lo mismo que cualquiera de esos libros de anécdotas donde cada una de ellas no ocupan más allá de un par de páginas o también cualquiera de los pertenecientes a ese subgénero conocido como “historia oral” que consiste en describir la vida de un personaje o algún acontecimiento histórico por medio de la transcripción de testimonios orales.

Algo de esto último tiene el libro del que quería hablar tras este absurdo prólogo. Mi última lectura de water ha sido “Pelham 1 2 3” libro que leí hace al menos 25 años y que cuenta precisamente con una de esas estructuras de las que hablábamos antes, es la historia del secuestro de un vagón de metro en el Nueva York de principios de los setenta contado a través del monólogo interno y el diálogo externo de los diferentes personajes que intervienen en el drama (un poco al estilo de “Mientras agonizo” de William Faulkner aunque que me aspen si quiero leer eso en según qué sitio). Además de ser una estupenda novela policiaca (con personajes vivos y reales y no como los nauseabundos fantoches de la moderna literatura de género) resulta un excelente retrato de lo que fue (bueno de lo que debió ser porque yo aunque ya estaba vivo no estaba allí precisamente) la confusa y alineada sociedad urbana de principios de 1972. Por añadidura el ejemplar que tengo es una de esas comodísimas ediciones en tapa dura de las que ya no se ven en las librerías (por lo que dicen pronto no se verán ya ediciones de ninguna clase en ninguna clase de formato).

En resumen un estupendo libro que recomiendo en todo caso, así como la también excelente adaptación que se hizo para el cine dos años más tarde. También existe otra adaptación más reciente pero de esa ya no respondo.    

14 Comments:

Blogger Slim said...

qué numero de la revista Dirigido te falta? a ver si puedo echarte una mano.
aunque la verdad no se si te conviene ver mas pelis de esas :-)
yo en el wc solo tengo revistas, y si puede ser la pronto mejor.

6:49 AM  
Blogger SisterBoy said...

¡Atiza! se me había olvidado la opción de las bibliotecas públicas, de todos modos por aquí van atrasadísimos. Sería el número de abril de este año.

La revista Pronto me parece perfecta para la cuestión qeu estamos debatiendo

7:04 AM  
Blogger Slim said...

echa un ojo aqui
http://dialnet.unirioja.es/servlet/revista?codigo=422
en el 421 (parece que es el de abril)no veo nada de cine fantastico.
dime que articulo quieres, y te lo envio.

7:41 AM  
Blogger Ra está en la aldea said...

A propósito del terror inmobiliario, recomiendo este articulito un poco viejo (esto sí que es terror, que parezca viejo cuando no tiene ni un año) pero que nunca viene mal revisar: http://blogs.revistavanityfair.es/vanityfair-diario/2011/11/30/una-historia-de-terror-americana-espanola-y-mundial/

11:11 AM  
Blogger SisterBoy said...

Slim efectivamente es el número 421 lo que me interesa es el apartado llamado Dossier. Cine de terror moderno e inédito (1). Al menos este enlace me permitirá empezar a "comprar" todos los títulos que aparecen ahí pero más tarde desde luego me gustaría leer todos esos artículos. Un millón de gracias, quien tiene amigos bibliotecarios tiene un tesoro :)

Ra excelente ejemplo de "terror inmobiliario" (por lo visto parece que el género sí que existe) el de "American Horror Story", la familia no puede irse de la casa maldita porque se quedarían en la ruina, ¿cuanta gente no está atrapada por sus hipotécas en viviendas cuyos horrores superan a los de esta casa en forma de vecinos rumanos adictos al dance de la europa del este?.

Otro ejemplo excelso sería el de "Para entrar a vivir", telefilme patrio que les recomiendo encendidamente.

11:34 AM  
Blogger El Impenitente said...

Años hacía que no pensaba en "La mansión de los Plaff".

Hay un hombre que nunca se lleva y nunca se ha llevado lectura al baño y ese soy yo. La radio, sí. Lectura, nunca. Sí que conozco la literatura de esperar: cuando sé que me va a tocar esperar en importante llevar un libro a ser posible en formato pequeño y de tapas blandas que luego pueda ser guardado en el bolsillo trasero del pantalón.

Y "Mientras agonizo" me gustó mucho.

12:57 PM  
Blogger SisterBoy said...

A mí también pero no para leer en el trono

3:01 PM  
Blogger El Impenitente said...

¿Será merecedor Marty Borgnine de un panegírico?

1:10 AM  
Blogger SisterBoy said...

De todos los grandes actores secundarios del viejo Hollywood sólo hay uno cuyo panegírico tengo escrito ya mentalmente sólo a la espera de que la palme tambíen físicamente, no voy a decir quién es para no ser pájaro de mal aguero pero teniendo en cuenta que nació en 1937 y no parece muy en forma es posible que pronto lo tengamos aquí.

De Ernest Borgnine aparte de destacar la gran Marty que tú ya has mencionado (que yo sepa su único papel protagonista) me gustaría mencionar también su papel casi co-protagonista de "Grupo Salvaje" y sobre todo sus personajes de malo, un malo muy físico y directo (como para no serlo con esa faz) un verdadero matón, así le recuerdo en "Johnny Guitar", "Conspiración de silencio", "El emperador del Norte" y muchas otras que me vendrian a la memoria si repasase su larga lista de películas. In pace requiescat

11:42 AM  
Blogger El Impenitente said...

Mis padres nacieron en el 35. Espero que duren más que tu gran actor secundario.

1:15 PM  
Blogger SisterBoy said...

Tranki los de esa quinta son duros de pelar

3:31 PM  
Blogger Slim said...

no me olvido de lo tuyo!
en mi biblioteca aun no ha llegado el número, pero se lo he pedido a un chaval de la competencia :-)
en breve tendré respuesta.

2:21 AM  
Blogger Slim said...

Sister, necesito tu correo electrónico!

5:31 AM  
Blogger Slim said...

ah ya me he acordado de atoete

mira a ver si te llega!

7:55 AM  

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