Tuesday, December 01, 2009

The wrong man



Alfred Hitchcock, además de ser conocido como “el mago del suspense”, filmó varias películas de terror a lo largo de su carrera. “The wrong man” (llamada en España “Falso culpable”) no era una de ellas pero, a nivel personal, es la película suya con la que más miedo he pasado. No ocurrió tal cosa la primera vez que la vi de niño por supuesto, fue más tarde cuando volví a verla de adulto cuando de verdad pude sentir todo el horror de la ordalía de Emanuel Balestrero (personaje interpretado por Henry Fonda) , un humilde músico devenido en un moderno Josef K. cuando es acusado por error de ser responsable de una serie de atracos a mano armada. Después de muchos avatares el hombre acusado acaba por demostrar su inocencia pero el retorno al pasado se demuestra imposible, las consecuencias de la errónea acusación destrozaran su vida para siempre y conducirán a su mujer a la locura.

Hithcock declaró en su día que esta era una de sus películas más duras y que parte de esa dureza viene del hecho de que es uno de sus escasos filmes completamente desprovistos del más mínimo sentido del humor. Y que duda cabe de que tenía razón, el relato de la minuciosa burocracia policíaco-judicial a la que es sometida la débil estampa de Balestrero (un procedimiento estremecedor incluso cuando se aplica al culpable y una tortura insufrible cuando la padece el inocente) se encuentra sin duda entre las imágenes más demoledoras filmadas por el maestro, que se confesaba además igualmente obsesionado por la figura del falso culpable, figura que utilizó de forma recurrente a lo largo de su carrera.



La pasada semana se conoció la noticia de que el padrastro de una niña de tres años había sido detenido después de que ésta fuera ingresada en el hospital con claros síntomas de abuso. Se habló de golpes, quemaduras e indicios de violación, días más tarde la niña falleció. En medio del pánico pederasta que (justificadamente o no) se ha apoderado del mundo, y en un año en el que las noticias sobre agresiones sexuales y asesinatos de los que han sido víctimas varios menores de edad se han convertido en noticia de portada, era inevitable que el suceso tuviera una amplia difusión. De esta manera durante los días siguientes se puso en marcha toda la maquinaria mediática habitual y la noticia fue ampliamente comentada en todo tipo de foros en el también habitual tono beligerante. No voy a negar que, al menos en mi mente, también me uní al coro de linchadores aunque confieso también que algo en la actitud del presunto culpable –concretamente el hecho de que rehusara cubrir su rostro durante alguno de los traslados a los que fue sometido por la policía- me hacía sospechar que las cosas no eran lo que parecían.

Ahora sabemos que la muerte fue causada por las consecuencias de una caída fortuita que había tenido lugar algunos días antes, los golpes que aparecieron en el cuerpo de la víctima eran compatibles con los frustrados intentos de reanimación de los que fue objeto, lo que parecían quemaduras eran producto de un tratamiento anti alérgico y en cuanto a las señales de violación…..pues no lo sé, en su momento se llegó a hablar de “desgarros anales y vaginales” y me pregunto cómo pudo haber confusión en ese punto en concreto. Sé que no ocurrió así, tengo el convencimiento de que no fue así, pero estos días no he podido evitar pensar en la imagen del médico que efectuó el primer reconocimiento corriendo por el pasillo de Urgencias con el parte de lesiones en la mano y gritando “¡Violación!” como un Arquímedes recién salido del baño.

Fuera como fuese lo cierto es que se equivocó de forma grave y posiblemente irreparable y curiosamente la ira inicial, después de una fase de transición en forma de golpes de pecho y petición de mil perdones al inocente padrastro, se ha volcado ahora con igual ímpetu contra el facultativo que dio la errónea señal de alarma, muestra sin duda de que, como la energía, la indignación popular no se destruye sino que se transforma.

Lo cierto es que es que este caso, según se afirma pomposamente desde los medios de comunicación, “nos hará reflexionar” sobre la emisión de juicios precipitados y paralelos. Calculo que dicha reflexión durará quizás un par de semanas, más o menos lo que duró en el caso de Dolores Vázquez (la mujer acusada prácticamente sin pruebas por el asesinato de Rocío Wanninkhof en un proceso que dejó la desagradable sensación de que se la había condenado por lesbiana al igual que se había condenado a Mersault por no haber amado lo suficiente a su madre).

Lo cierto es que bastaría únicamente con llegar a la conclusión de que la presunción de inocencia puede ser un fastidio, pero es también imprescindible. Por algo se empieza.

12 Comments:

Blogger JRB said...

A Dolores Vazquez se la condenó por lesbiana y por tener cara de mala. La presunción de inocencia está muy bien, pero resulta mucho más aburrida que juzgar a la gente en función de filias y fobias caprichosas. Al menos para mí y para el resto de la turba cabreada.
Nos encontraremos a muchos inocentes en nuestro camino, pero por suerte siempre quedará alguien a quien linchar.

Y "Falso culpable" me gustó mucho de niño, pero nunca la volví a ver. Solo recuerdo a Vera Miles como un sonajero.

3:16 PM  
Blogger Ra está en la aldea said...

Este tipo de cosas son las que dan miedo de verdad, porque pueden ocurrirle a cualquiera y te joden la existencia irremisiblemente.
¿Qué habrá pensado la madre de la niña muerta durante todo este proceso? ¿Y la gente que le gritaba "bandido, bandido" a la puerta del juzgado? Asco. Y, efectivamente, ¿cómo es posible que el médico viera evidentes muestras de abusos sexuales en el coño de la niña? Esto ya es ciencia ficción, no le veo explicación posible.

Sobre el caso de Dolores Vázquez, como ya comenté alguna vez, recomiendo "La construcción de la lesbiana perversa", de Beatriz Gimeno, publicado por Gedisa, que produce mucha más inquietud que la mayoría de relatos de terror.

2:17 AM  
Blogger cucumber said...

Lo de que "todo el mundo es inocente hasta que se demuestre,lo contrario" gracias a la naturaleza humana y los medios, se convierte en numerosas ocasiones en todo lo contrario.
Buen Post, sobre todo, porque dejas claro que nadie esta libre de pecado.

5:32 AM  
Blogger Deckard said...

Una cosa es reflexionar y otra cambiar la forma de actuar. Por regla general se guían por disparar primero y preguntar después. Y creo que así seguirán/remos.

6:17 AM  
Blogger SisterBoy said...

Cucumber ya digo que yo en mi mente me sumé a la turba pero desde luego no soy de los que se pasan por los comentarios de las noticias digitales de 20 minutos en plan "Hijoputaaaaaaaaaaaaaaain que lo mateeeeeeeeeeein". Tampoco formaría nunca parte de las cuadrillas de comadres que van a chillar al monstruo a la entrada y salida de los juzgados.

7:59 AM  
Blogger Hel said...

Pero es que las señoras esas dan más miedo que los asesinos.

10:11 AM  
Blogger SisterBoy said...

No diría yo tanto Hel pero sí que dan repeluz. De hecho consideraré que este país ha alcanzado por fin la civilización cuando un detenido pueda ser llevado y traido a los juzgados sin que se monte siempre esta desagradable tremolina.

Por cierto bienvenido ya que creo que no tengo el gusto.

10:13 AM  
Blogger Realice said...

Justo esta mañana iba enchufada a la radio por la calle, oyendo cosas sobre este caso, y me decía: 'Es de Tenerife... ¿no escribirá Travis algo sobre esta cuestión?'.

Veo que no nos has defraudado. Pero no te me vuelvas previsible, que no te querré más :P

Por cierto, que lo que a mí me llama la atención es ese fenómeno de 'macabro llama a macabro': por si no era bastante macabro el asunto en general, esta mañana estaban contando historias de la guardia civil enseñándole al sospechoso fotos de la autopsia de la niña y diciéndole lindezas mientras. Lo que no sé es si lo macabro llama a lo macabro en la realidad o fundamentalmente en la imaginación de público y periodistas.

5:42 PM  
Blogger El Impenitente said...

He tenido que buscar en el diccionario "ordalía". Gracias.

¿Medios de comunicación reflexivos? Eso sí que es un oxímoron.

Estoy con Ra. Lo que produce pánico es pensar que nos puede pasar a cualquiera. Mi sobrino se cayó de la cama siendo muy pequeño. Lo llevaron a urgencias asustados por si le había ocurrido algo. Dieron parte a la policía por posibles malos tratos (algo a los que los hospitales están obligados). Que paguen los pecadores, pero no los justos.

Grande Nina Simone. Y las fotos que acompañan a la canción...pon tú el adjetivo.

7:49 AM  
Blogger SisterBoy said...

Ra el tema del interrogatorio con fotos incluidas (en otras ocasiones se ha llevado al detenido a la mismísima morgue) es un procedimiento habitual, pero como suele ser también habitual, nadie pone el grito en el cielo cuando el acusado resulta ser culpable.

Juraría que la versión primigenia es de Billie Hollyday pero ese video tenía la fuerza de las imagenes, y tambien tenía a Nina claro.

7:57 AM  
Blogger foscardo said...

Joer hacia tiempo que no tnetraba entu honorabloe blog Mister SisterBoy. ME lo he de repasar. Por cierto he reactivado el mio de cine. Necesito tus sabios comentarios.

12:26 PM  
Blogger SisterBoy said...

Don Foscardo se le saluda y se le distingue. Ahorita mismo me paso por su blog cinéfilo.

9:03 AM  

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