Friday, November 13, 2009

Training Day




Tengo la sensación de que el público que ha acudido (por lo que he leído de forma masiva) a ver “Celda 211” lo ha hecho en buena medida atraído por la perspectiva de contemplar un antológico trabajo de interpretación llevado a cabo por Luís Tosar y por la poderosa imagen del actor caracterizado como un duro taleguero de voz aguardentosa. En resumen, que es posible que, de tratarse de otro interprete menos conocido el que diera vida al personaje de “Malamadre”, la película hubiera constituido un éxito mucho menor.





A esta clase de productos cinematográficos, es decir a aquellos que basan casi exclusivamente su promoción en el trabajo de alguno de sus actores, yo los llamo “películas quebienestá”, o sea películas en las que los comentarios predominantes, entre crítica y público, al concluir la proyección giran en torno a “que bien está fulanito” o “que bien está menganito” incluso aunque la película que contiene ese inolvidable trabajo actoral no esté a la misma altura. Por dar los dos primeros ejemplos que me vienen a la cabeza mencionaría los casos de “Sexy Beast” y “Antes que anochezca” en el que las interpretaciones (que recibieron sendas nominaciones a los Oscar al mejor actor) de Javier Bardem y Ben Kingsley sustentaban respectivamente una película pasable y otra directamente mala.

¿Es “Celda 211” un ejemplo de esta categoría de filme? Pues podría decirse que en parte sí porque, para empezar, efectivamente el trabajo de Luís Tosar es impresionante y su caracterización de “Malamadre” transmite tal veracidad que si el actor no fuera tan célebre se pensaría que la industria del cine le ha dado una oportunidad a un alumno especialmente aventajado de “El coro de la cárcel”.

Con respecto a lo demás podrían apuntarse algunos reparos. En primer lugar es sabido que el argumento de “Celda 211” gira en torno a la historia de Juan, un funcionario de prisiones que durante su primer día de trabajo se encuentra implicado en un motín por lo que tendrá que fingir ser un preso más para poder salvar la vida. El modo en el que los guionistas hacen que está situación llegue a producirse está muy cogido por los pelos y transmite la desagradable sensación de que dichos guionistas simplemente se han quitado de encima un obstáculo para llegar lo antes posible al nudo del argumento, que no es otro que la lucha de “calzones” (apodo que recibe el funcionario novato) por evitar que se descubra su autentica identidad así como la relación que establece el joven con “Malamadre”, una relación que se convierte en una suerte brutal aprendizaje en el que, en el plazo de unas pocas horas, el experto presidiario revela al recién llegado las claves del ambiente en el que acaba de integrarse, una revelación que, unida a otra serie de circunstancias que suceden en el exterior, le harán cuestionarse su propia existencia.

Este aspecto del filme está bastante logrado al apoyarse, una vez más, en el trabajo de los actores, no sólo de Tosar sino también de su antagonista, (Alberto Amman que sin hacer una composición tan memorable logra mantener el tipo) y de otra suerte de afortunados secundarios como Carlos Bardem, Vicente Romero (que quizás está un poco desaprovechado) Manuel Morón o el descubrimiento del filme, Juan Carlos Mangas “el Calígula” , un personaje que con uno solo de sus berridos acojona más que cien “malamadres” juntos, quizás porque posiblemente se trate de alguien con un autentico pasado recluso.

No ocurre lo mismo en cambio con el desfile de extras y figurantes que sostienen al núcleo protagonista que están mal dirigidos en las escenas colectivas y que no proporcionan una autentica sensación de estar en un ambiente carcelario. Hay más veracidad en las escenas de talego de “El Pico II”. Y no es que lo que se describa en la película sea algo muy alejado de la realidad ya que, aunque ahora las cosas parecen mucho más calmadas, recuerdo perfectamente una época en la que los motines en las cárceles eran noticia corriente, de hecho llegó a existir una ilegal “Asociación de Presos en Régimen Especial” que decidieron celebrar su fundación matando a un moro o a un gitano (al final mataron a un moro) y que en una de sus revueltas decidieron llevar a la mesa de negociación la cabeza cortada de un interno como medida de presión.

Volviendo a la película, hay que decir que parece como si la descripción del conflicto principal no se considerara lo bastante potente como para hacer avanzar el filme, de tal modo que al argumento se añaden otros aspectos como la relación de Juan con su esposa embarazada (contada a modo de flashback, un poco a la manera “Cloverfield” aunque sin la excusa del rebobinado de la cámara de video) o la trama que se desarrolla en el exterior de la galería en la que se produce el motín o la inclusión en el drama de un grupo de presos de la banda terrorista ETA.

Todos estos elementos aparecen en un principio como superfluos e incluso como un obstáculo al desarrollo de la historia aunque al final se revelan como fundamentales para hacer avanzar la trama hacia el territorio en el que los autores del filme desean que avance que no es otro que mostrar por un lado la transformación del personaje de Juan y su deriva hacia los aspectos más tenebrosos de su personalidad y por otro lado la lamentable actuación del aparato funcionarial y político del estado que oscila entre la incompetencia y la ignominia (cómo me ha recordado esto último a todo lo que ha sucedido con la crisis del Alakrana por cierto). A partir de estas derivas del argumento se justifican muchas de las cosas que desentonaban durante la primera parte de la película y, por más que no sean dichas derivaciones las que más me interesen a nivel personal, hay que reconocer que en ese sentido el guión resulta de lo más coherente.

Lo que sí me pareció decididamente decepcionante fue la resolución de la película que, a pesar de haber conseguido construir un eficaz clima de suspense creciente, concluye de una manera anticlimática (incluida una insinuación de la posibilidad de una secuela) e ineficaz lo que termina por deslucir un poco lo visto hasta ese momento .

Pero repito que en el fondo todo esto carece de importancia porque lo que en realidad fuimos todos a ver es a Luís Tosar en su papel del broncas “Malamadre” y a ese respecto no creo que nadie saliera decepcionado.

16 Comments:

Blogger 3'14 said...

¡¡Que ganas tengo, que ganas tengo de ver esta peli!!!

Y SÍ, es básicamente por Luis Tosar.


:D


PD: Si además va y tú dices que está bien, pues ya ni te cuento... vamos, contando los minutos estoy...

2:09 AM  
Blogger Armin Tamzarian said...

Como muy tarde el Lunes la veo, le tengo unas ganas impresionantes

5:53 AM  
Blogger SisterBoy said...

Bueno amigos no olviden traer aquí sus impresiones tras ver la peli

6:04 AM  
Blogger El Impenitente said...

Y cuando en una película "quebienestá" el actor o la actriz interpreta a un tarado, a un minusválido o sufre una gran transformación física le dan el Óscar.

Aunque no siempre. Recuerdo a un amiguete, hace un porrón de años, indignado porque a Paul Newman, en su enésimo intento, le iban a dar el Óscar por, creo recordar, "Veredicto final", una película que le habían hecho a la medida para lucirse, mientras que él defendia vehementemente a Ben Kingsley en "Gandhi". Ganó Kingsley, claro. Iba caracterizado. Newman no.

8:02 AM  
Blogger JRB said...

Y siguiendo con lo que dice El Impenitente, en el caso de los Oscars femeninos de los últimos años hay que añadir al fenómeno "québienestá", el fenómeno "québuenaestá". Sólo así se explica que le dieran un oscar a Gwyneth Paltrow, Halle Berry, a la nariz postiza de Nicole Kidman o a Charlize Theron por disfrazarse de mostrenca.
Sospecho que los académicos de Hollywood son un grupo de viejos verdes con las hormonas por las nubes.

Y la peli de Tosar tengo bastantes ganas de verla, aunque me pone los pelos de punta que la dirija el mismo tipo que "El corazón del guerrero" o "La caja Kovac".

10:41 AM  
Blogger SisterBoy said...

Y que además es uno de los peores críticos de cine que he visto. Pero esta le ha salido bien, se la habra hecho un primo.

12:10 AM  
Blogger Slim said...

la del corazon del guerrero era malusa, pero la de la caja kodak (que decia una que conocia yo) no esta tan mal!
esta ya la veré. cuando le den el goya a Tosar.

2:28 AM  
Blogger JRB said...

¡Slim, por Dios! ¡Si hasta salía Lucía Jimenez!!

1:13 PM  
Blogger Armin Tamzarian said...

Me ha parecido excelente, pero por el argumento y el reparto, grandes a parte de Tosar, Zahera y Ammann, gran casting.

Lo malo todo lo relacionado con el personaje de Resines, forzado y poco creíble y la realización técnica de Monzón, digna de video de comunión.

A pesar de todo mi película hablada en español favorita del año, junto a la última joya de Campanella.

12:06 PM  
Blogger SisterBoy said...

Sí, digamos que todo lo referente al papel de Antonio Resines es de lo menos bueno en la película, pero como digo su intervención es fundamental en el devenir del personaje de Juan por más que este todo un poco metido con calzador

12:10 AM  
Blogger Armin Tamzarian said...

Sí, es cierto que todo lo relacionado con Utrilla es una necesaria excusa argumental para que el personaje de Juan se comporte tal y como lo hace en el film, pero el personaje de Resines (que el hombre lleva con mucha dignidad) es un cliché de poli expeditivo mil veces visto.

¿Nadie a parte de mí pensó al ver la primera vez a Resines en pantalla que todo el film podía ser un sueño suyo?

3:41 AM  
Blogger SisterBoy said...

SPOILER













Pues no, pero reconozco que sí que pensé que todo podía tratarse de una alucinación de Juan después de recibir el porrazo. Menos mal que no usaron ese recurso

3:48 AM  
Anonymous Anonymous said...

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11:32 PM  
Blogger 3'14 said...

Bueno, aquí están mis impresiones... Y más que minutos, meses después, pero bueno, se hace lo que se puede ;)

Me chirría un poco la creciente "amistad" tan acelerada entre Malamadre y Calzones, pero bueno, supongo que es un recurso cinematográfico para no pasarse tres horas de peli... y básicamente para que haya historia, je.

Tambíen ese primer "Flashforward" en el que uno de los funcionarios, que conducen a Juan hasta la celda 211 en lugar de la enfermería, está siendo interrogado por una comisión de investigación, deja entrever que se avecina una gorda. Porque, aunque parezca mentira, a parte de conocer que había un motín, no tenía más información sobre el argumento, desconocía la importancia del personaje de Juan etc... tu post me lo he leído hoy.
En todo momento están saltando las alarmas de que algo va a suceder en relación con la mujer... que si los flashback, que si Malamadre preguntando si el delito que cometió Calzones era por una mujer, él afirmando sobre su falso crímen que "se lo merecía y volvería a hacerlo sin pensárselo"... todo se antecede al final... Por un momento pensé que, la noticia que le dan a Juan del fallecimiento de su esposa no es si no una trampa para facilitar su salida..., que luego descubriera que era mentira, pero ya sería demasiado tarde pues ya se habría cargado a Utrera (aunque a ese ganas le tendría cualquiera...) Y todo lo relacionado con el conflicto de Juan está muy logrado, muy bien construido, a pesar de hacer uso de determinados recursos de guión para conducir la trama donde se proponen de forma un tanto tramposa (ese pavo grabando justo en el momento de la agresión a la esposa y luego dejando Utrera su rostro al descubierto para que se vea bien quien es el responsable... bastante cogido con pinzas, pero bueno, aceptamos barco...)
Luego las dudas que suscita calzones entre la camarilla de Malamadre sobre su identidad carcelaria o no... me parece ridículo que desconfíen de él por el mero hecho de "tener buena letra", como si no fueran a la cárcel aquellos que "tienen estudios"
La crítica a la situación de los presos me parece muy interesante, aunque no puedo afirmar si resulta más o menos veraz,ni si guarda similitud con la realidad, por suerte no dispongo de la información de la realidad de las cárceles, aunque ojalá sirviera esta película para abrir el debate, pero como dicen en la peli: "Somos basura y la basura se deja apartada para que no huela..."


Un apunte final: ¿ El goya a Marta Etura realmente es merecido?

4:17 AM  
Blogger SisterBoy said...

Hombre como te digo la película tiene sus trampitas y sus desagradables atajos de guión para llegar a lo que de verdad les interesa que es el show de Luis Tosar, y a este respecto repito que han conseguido su propósito.

¿Goya a Marta Etura? a falta de saber quien le hacía competencia en esa categoría te diré que no. :)

4:46 AM  
Blogger 3'14 said...

Pues la verdad es que no he visto la interpretación del resto de candidatas pero vamos, si esto era lo mejor... o una de dos, los papeles femeninos de reparto de este año pasado eran una soberana mierda, o ni se lo han mirado y han empezado a anotar goyas por dóquier a Celda 211, que ya sabemos como va esto de los Goya.. :S

5:19 AM  

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