Tuesday, October 06, 2009

Polanski y el ardor





Siempre he sostenido que en asuntos de mucha trascendencia pública sólo hay que abrir la boca cuando lo que vayas a decir no sea lo que ya dice todo el mundo. Y para reafirmarme en mi postura anti redundancia en lugar de hacer mi propio comentario sobre el asunto Polanski prefiero reproducir el artículo que a tal efecto publicó Diego Manrique en El País el pasado 5 de octubre.


DIEGO A. MANRIQUE
¿Hay armarios sin esqueletos?



Festival de Cannes, 1979. Se exhibían dos películas generadas por The Who, Quadrophenia y The kids are alright; sus productores lo celebraron con una fiesta en un palacete. Nada parecido a una bacanal: música tenue, los invitados charlando en la pradera. Exiliados fiscales y VIP de paso, desde Roger Waters, arrogante cabecilla de Pink Floyd, al más famoso prófugo del momento, Roman Polanski.

Un año antes, el director había burlado a la justicia estadounidense. Aquella noche, se mostraba locuaz pero le acompañaba un hombre silencioso, quizás un guardaespaldas. Decían que Polanski tomaba precauciones respecto a la gente del cine, que por esas fechas pululaba por la Costa Azul. No era muy popular en Hollywood: se deploraba que no hubiera tenido suficiente fe en la capacidad de los abogados para resolver los más embarazosos desaguisados. Podían disculpar su lolitismo, pero no que cometiera su delito en casa ajena, la de Jack Nicholson. El actor prolongó sus vacaciones, alejado de California mientras zumbaban las requisitorias de la policía, que -excitada por la posibilidad de una doble captura- quería comprobar si eran suyas las huellas aparecidas en una caja con hachís. Nicholson tardó en someterse a las pruebas dactiloscópicas: no hubo coincidencia. Susurraban que alguien hizo un trabajito, manipulando las evidencias.

Los detalles rezumaban una espantosa sordidez. La estratagema de seducir a una muchachita de 13 años con la promesa de convertirla en modelo para Vogue. Los barbitúricos para debilitar su resistencia. Luego, el encendido del ventilador de la difamación, punzantes sugerencias de que la víctima y su madre eran cazafortunas, dispuestas a exprimir a Polanski. Pero éste explicaba que le querían hacer pagar por pecados propios y ajenos. Al establishment, recordaba, se le había escapado otro realizador (supuestamente) judío con inclinación por las menores, Charlie Chaplin.

Treinta años después, sus defensores insisten en la perversidad estadounidense, que si Abu Ghraib o las ejecuciones de Tejas, para relativizar la culpabilidad de Polanski. Puedo entender sus argumentos pero intento imaginar cuál habría sido nuestra reacción si, en 2009, unos generales europeos hubieran protestado por la detención de un "milico" argentino, acusado de violación cuando combatía a los montoneros.

Funcionamos con automatismos que nos empujan a excusar y proteger a los colegas, a nuestros héroes. Supimos recientemente de otra historia miserable, que afecta a un antiguo amigo de Polanski, el músico John Phillips. En su autobiografía, la actriz Mackenzie Phillips alega que su padre se acostó con ella cuando tenía 18 años, precisamente la víspera de su boda; también se usaron drogas -cocaína, heroína- para superar el tabú. La relación se prolongó hasta que Mackenzie tuvo que abortar.

También yo me sentí indignado: muerto en 2001, el genio de The Mamas & The Papas no puede responder. Mackenzie ha compartido su "infierno" mediante una aparición en televisión, confesándose ante la madre superiora de las conciencias estadounidenses, Oprah Winfrey. ¿No se había agotado el filón de las revelaciones de añejos abusos sexuales? Luego, negaciones y confirmaciones: las ex esposas de John no pueden creerlo, las hermanastras de Mackenzie aseguran estar al tanto de la historia. Para ensuciarlo más, el publicista del patrimonio del difunto compositor de California dreamin' -herencia de la que se benefician las implicadas- difunde She's just 14, donde John cantaba a una adolescente sexualmente activa, posiblemente la propia Mackenzie. Como banda de acompañamiento, los Rolling Stones: ¿se necesitan más "sospechosos habituales"?

Entramos en el territorio de las guerras culturales. El caso de los Phillips, nos aleccionan, es producto de la degeneración moral propiciada por los años sesenta. Tienes que reírte: ¿no hay incesto en la Biblia? Pero termino repasando las memorias de Phillips, Papa John. Obviamente, no menciona nada de esto pero impresiona su autorretrato del adicto, un desastre con patas, a veces rescatado por Mick Jagger y otros valientes. De repente, un escalofrío: sí, pudo ser. En su estado, todo era posible.

10 Comments:

Blogger El Impenitente said...

¿Qué harías tú en un ataque preventivo de la URSS?

Los abogados son muy graciosos. Al fin y al cabo OJ Simpson no hizo nada. Lo que pasa es que le tenían manía porque era negro.

Luego está también aquello de que el derecho civil es para los ricos y el derecho penal es de los pobres. Y que si tienes dinero para contratar a un buen abogado tienes patente de corso.

También me sobrecogí cuando leí lo de John Philips. En realidad no sabía nada de su vida. Tengo varios de sus discos (me gustan mucho) y, no sé por qué, pensaba que era como sus canciones. Y no. Se ve que en aquella época todos iban bien pasados.

No hace mucho (perdón por la matraca) vi un reportaje sobre Neil Young. Cambiaba de músicos más que una folclórica de trajes. Todos caían por sobredosis o se quedaban lelos.

Y es que tenían que haber hecho caso de Manolo Kabezabolo cuando decía aquello de que si Syd Vicious hubiese bebibo calimocho no habría muerto de sobredosis sino de cirrosis. Si Polanski hubiese bebido calimocho no tendría estos problemas.

Y con esto concluyo.

9:55 AM  
Anonymous Ra está en la aldea said...

¿Y la implicada qué dice? Porque cuando lo de la nominación al Oscar (y posterior "ganación" del mismo) dijo que no había que tener en cuenta aquello a la hora de juzgar su labor como cineasta y que aquello había pasado hacía mucho, mucho tiempoo algo parecido.
¿En España prescribe la violación?

11:54 AM  
Blogger SisterBoy said...

Bueno Ra algo ayudó el hecho de que Polanski le aflojará 300.000 euros. De todos modos el perdón (un recurso legal que existía en España y que luego fue abolido) no es relevante en este caso. Lo relevante es que Polanski dejó con tres palmos de narices a la justicia americana y esa gente no perdona ni olvida. Posiblemente le suelten tras hacerle pasar por el aro. En España prescribe hasta la verguenza.

Impenitente como dijo un trilero en cierta ocasión "Desgraciado de aquél que no roba lo bastante como para demostrar su inocencia".

2:19 PM  
Blogger Deckard said...

A raíz de este tema me he enterado de que la edad legal para tener relaciones sexuales en España con un menor son los 13 años precisamente (parece que se subirá a 14 este año si no lo han hecho ya).

Lo que no entiendo es que clase de padres dejan que su hija se vaya sola a una fiesta de adultos.

4:06 AM  
Blogger SisterBoy said...

Con el tiempo seguirá subiendo hasta llegar a los 18 como en USA.

Eran otros tiempos aquellos, pasaban cosas como esa y otras mucho más extravagantes.

4:27 AM  
Blogger JRB said...

Si ella lo perdonó, cobró una indemnización y han pasado más de 30 años de aquello, también son ganas de venir ahora a remover la basura. Que lo suelten ya, hombre.
O ya puestos podrían haberlo detenido a mitad de los 90s, que nos habríamos ahorrado "La novena puerta".

1:33 PM  
Blogger 3'14 said...

No se puede negar que el tema es surrealista de cojones. Espero que alguien esté trabajando ya en el guión. Esperaré a ver la peli para saber el desenlace. Porque la resolución del asunto, francamente, me la trae al pairo.

2:59 PM  
Blogger SisterBoy said...

Varg yo también he revisado la lista de películas que Polanski no hubiera hecho de habre estado todo este tiempo en el trullo :)

Pi hasta que salga la peli puedes conformarte con un agudo documental que se hizo en su día sobre el tema.

http://www.imdb.com/title/tt1157705/

11:36 PM  
Blogger Mery said...

Bueno, los delitos de lesa humanidad, por ejemplo, no prescriben nuncaXD A estas horas es lo único que se me ocurre comentarXD
Y en cuanto a los trece años... se presume, si son menores de trece,, que no hubo consentimiento, pero también se castigan los abusos sexuales mediante engaño cuando la víctima tiene entre 13 y 16... vamos que lo de la promesa de la portada de Vogue sería un caso;)

3:12 PM  
Blogger SisterBoy said...

Y si a eso añadimos el champagne y los quaaludes...

4:26 AM  

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