Friday, September 25, 2009

They're creepy and they're kooky,

Zapa no quiere que el mundo vea las caras de sus hijas y aunque aborrezco la censura y tengo una opinión muy crítica sobre el fenómeno al que yo llamo “la desaparición pública del rostro de los niños” (algo de lo que algún día me gustaría hablar) voy a respetar sus deseos. De todos modos aquí lo de menos es el careto. Vean la foto




Lo cierto es que, por extraño o inconveniente que parezca, es verdad que no recuerdo haber visto ninguna imagen de las hijas del Presidente en los cinco años de su mandato. Algún malpensado dirá ahora que éste era el motivo. Lo cierto es que cuando vi la foto esta mañana me llevé una sorpresa monumental, de hecho pensaba que se trataba de una de las instantáneas de esa sección de Cuarto Milenio en la que la peña manda sus fotos de vacaciones en las que se les ha colado algún fantasmita.

Pero no, es real, y ese aspecto gótico-siniestro (o como carajo quiera que se llame ahora) es el que corresponde a las hijas de nuestro Presidente. A partir de este momento (y en parte potenciado paradójicamente por la censura antes mencionada) empezaran todo tipo de chascarrillos -la mayor parte de ellos como suele ser habitual de dudoso gusto- sobre el heterodoxo aspecto de las muchachas pero a nivel personal encuentro tan encantador el hecho de que Zapatero y señora hayan permitido que sus vástagos circulen por el mundo con ese aspecto (sobre todo en una foto oficial con la familia Obama) que casi estaría por la labor de votarle otra vez. Pero no, no creo que ni esto lo salve.

Sunday, September 20, 2009

Brides and prejudices

Vean este vídeo



¿Ya?. Enhorabuena, acaban de compartir esa experiencia con VEINTICINCO MILLONES DE PERSONAS. ¿Por qué?. Se me ocurren varias teorías pero ahora mismo no dispongo de tiempo.

Tuesday, September 15, 2009

I wake up crying



Ha muerto Patrick Swayze. No creo que nadie diga de él que era un gran actor pero tampoco creo que eso en el fondo importe mucho. El nombre de Swayze está asociado a una forma de hacer cine absolutamente comercial y devota de los gustos del gran público de fin de semana que acude a las salas con el ánimo de pasar un buen rato o al menos un buen-mal rato. Esta forma de hacer cine no gozaba del aprecio de la cinefilia de aquellos años pero hay que reconocer que, comparado con lo que hoy en día se entiende por cine comercial, aquellas obras eran casi arte y ensayo (excepto Top Gun que sigue siendo una porquería grasienta a la que el tiempo nunca podrá mejorar).


No se puede decir que Patrick Swayze empezara pronto en el mundo del cine, de hecho una de sus virtudes fue la de hacer papeles que parecían hechos para gente mucho más joven que él sin hacer el ridículo o sin que nadie pareciera notar demasiado esa circunstancia. Siguiendo su carrera en la imdb vemos que, tras dar sus primeros pasos artísticos en el mundo de la danza (llegó a interpretar al Príncipe Encantador en el espectáculo “Disney sobre hielo”) no hace su primera aparición en el celuloide hasta 1979 cuando ya tenía 27 años. Y además debutó como secundario en una cosa llamada Skatetown USA una película ambientada en el tenebroso mundo de las roller disco tan de moda en aquellos años.



Algún tiempo más tarde tuvo la oportunidad de formar parte de dos de los títulos señeros de aquella generación de actores conocida como “the brat pack”. Se trataba de “Amanecer Rojo” y “Rebeldes” (The Outsiders) películas en las que compartía cartel con gente como C. Thomas Howell, Rob Lowe, Emilio Estevez, Tom Cruise y Charlie Sheen aunque siempre en papeles igualmente secundarios.

Tras eso vino un breve periodo en el que hizo su producción televisiva más popular, al menos en España. Se trataba de la serie “North and South” en la que interpretaba a un perfecto caballero sureño y en la que su actuación era quizás lo más destacado si exceptuamos el arrebatador personaje de Kirstie Alley como histérica abolicionista y convencida “negro lover”



Por fin en 1987 llegó la película que le daría fama y por la que posiblemente será recordado en el futuro. Se trata naturalmente de “Dirty Dancing” en la que Patrick daba vida al chulo-lago y marca paquetes Johnny Castle.



Jamás he visto “Dirty Dancing”, no lo hice en su día porque por entonces aspiraba a formar parte de esa cinefilia anteriormente mencionada, algo que me mantuvo al margen del visionado de muchos clásicos de la década pegajosa que posteriormente he ido recuperando. Tal cosa no ha sucedido con Dirty posiblemente porque aun hoy sigo encontrando inasumible la contemplación de las narices de Jennifer Grey




De todos modos y por lo que tengo entendido no pasar de ser la típica película romantica con algunos toques de drama destinada al público adolescente y con un machacón tema musical con el que ese mismo público juvenil era torturado inmisericordemente allí donde se encontrara (tal y como ocurría con otros experimentos parecidos como “Oficial y caballero”, la ya mencionada “Top Gun” o “Flashdance”).

A esto siguieron algunos títulos que explotaban la vertiente más física del autor (no he visto ninguno de ellos y da la impresión de que tampoco me he perdido gran cosa) hasta que en 1990 llego Ghost su segundo gran éxito



Al contrario que con DD en esta ocasión sí que me sumé voluntariamente al público que acudió en masa a ver esta drama romántico con ribetes fantásticos cuyo visionado entonces y ahora resulta una experiencia bastante agradable. Ghost sirvió además para reactivar la algo alicaída carrera de Demi Moore (lo que hizo después con dicha carrera ya es sólo culpa suya) otra estrella adolescente de los años del brat pack, y para lanzar la de Whoopi Goldberg cuyo papel de médium estafadora se convirtió en uno de los principales alicientes de la cinta. Además en este caso el tema repetido machaconamente era al menos una buena canción, la multiversionada Unchained Melody que en la película ambientaba musicalmente la conocida escena del “polvo alfarero”.



Al año siguiente de Ghost le tocó el turno a “Point Break” (titulada en España “Le llaman Bhodi”) en la que Swayze daba vida al jefe de una banda de atracadores de bancos surferos enfrentado en duelo legal y filosófico con Keanu Reeves. Se trata de un thriller bastante interesante dirigido por la, también en ocasiones interesante, Kathryn Bigelow y que me parece bastante mejor película que los dos títulos más conocidos de Swayze.



Lo cierto es que este fue quizás la última película notable de su carrera, a partir de ahí vinieron una larga serie de títulos (ninguno de los cuales fueron éxitos demasiado destacables o al menos yo no tengo conciencia de ello) caracterizados quizás por un intento de escapar del tipo de papeles que le habían dado la fama. Algo que sólo consiguió con su intervención en la compleja “Donnie Darko” en la que tuvo el loable atrevimiento de interpretar a un pedófilo y falso profeta.



Eso ocurrió en el 2001 y posteriormente no tengo noticias buenas ni malas de nada de lo que hizo a continuación. Hoy se ha conocido la noticia largamente anunciada de su muerte tras dos años de lucha contra el cáncer de páncreas. In pace requiescant.

Thursday, September 10, 2009

La frase de la semana

"Si todo el mundo flagelara a las prostitutas no habría prostitución. El que no las flagela entonces fomenta la prostitución".

Marques de Sade

Saturday, September 05, 2009

Mapa de los sonidos de Tokyo




Quizás no fue una buena idea ir a ver esta película el día que siguió al visionado de Anticristo. Todavía impresionado por la última película de Trier puede que la de Coixet me resultará algo anodinada aunque sinceramente no creo que mi opinión mejorara mucho de no mediar la circunstancia anteriormente mencionada.

Para colmo con “Mapa de los sonidos de Tokio” el espectador de provincias (esto es el que tiene muy difícil ver una película de estreno en versión original) vuelve a sufrir las mismas miserias del doblaje que ya había padecido con otras películas de la directora catalana aunque en esta ocasión el horror se eleva a la máxima potencia. Es lo que suele pasar cuando se dobla una película en la que participan actores españoles que, como suele ser habitual, se doblan a sí mismos. De esta manera el contraste entre las cuidadas voces de los dobladores profesionales y el tono de funcionario del catastro cabreado de Sergi López resulta tan escandaloso que destruye cualquier intento serio de apreciar esta obra.



Pero aun así creo que ni solucionar ese problema bastaría para enmendar esta historia de amor interracial filmada de un modo bastante cansino (hablando en el sentido dramático y no en el técnico que como de costumbre suele ser un aspecto bastante cuidado en las películas de Coixet) e innecesariamente adornada con una trama paralela con tono de cine negro y con una series de personajes igualmente prescindibles, sobre todo uno que no parece tener otra función que servir para justificar el título de la película.

Aparte de eso señalar nuevamente la maestría de Coixet a la hora de filmar algunas escenas -que funcionan casi como piezas separadas dentro del argumento y como tales sólo apreciables por su mero valor estético- y algunos aspectos curiosos del comportamiento social japonés que sin duda una edición nipona de “Callejeros” hubiera podido ilustrar mejor.

En resumen muy poco que decir a favor de “Mapa de los sonidos de Tokio” aunque tampoco hay mucho que decir en contra, en realidad no se debería decir nada de ella.