Sunday, April 26, 2009

La película recuperada: Swimming with sharks



Acabo de caer en la cuenta de que las tres películas que, por el momento, han tenido su hueco en esta sección corresponden a la primera mitad de la pasada década. En concreto 1993 y 1994. Es posible que se trate de una coincidencia aunque es cierto que se trata de unos años de los que guardo un buen recuerdo tanto a nivel personal como cinéfilo. De todos modos a ver si para la próxima entrada de este apartado cae alguna de una época distinta.

Hablamos hoy de “Swimming with Sharks” titulada en España “El factor sorpresa” Dios sabe por qué. Siguiendo el baremo de las dos anteriores entradas de esta sección -por el cual intentábamos determinar el nivel de olvido de una película- decir que esta obra sólo ha recibo el voto de 8.914 cinéfilos en la imbd, más o menos esa cantidad es también la media de espectadores que han visualizado los vídeos de youtube consagrados a la película y por último tan sólo cuatro personas han dejado su opinión sobre ella en filmaffinity y la mitad de dichas opiniones por cierto son bastante negativas. En definitiva, que este filme puede entrar con honores en la categoría de obra a recuperar.

“Swimming with Sharks” es la opera prima de un tal George Huang -que jamás ha vuelto a hacer nada digno de mención- y en ella aparece Kevin Spacey apenas un año antes de alcanzar la fama con títulos como “Seven” y “Sospechosos habituales”. En esta ocasión Spacey interpreta el mismo rol de ejecutivo agresivo en el que ya le habíamos visto, aunque en un papel no muy destacado, en “Glengarry Glenn Ross” y en el que le volveríamos a ver, ya convertido en estrella y dando uno de sus recitales acostumbrados, en “The Big Kahuna”, dos películas con origen en dramas teatrales al contrario que la película que nos ocupa (por más que tenga un ambiente muy teatral) que no obstante sí que tendría su adaptación al teatro algo más tarde con Christian Slater interpretando el papel de Kevin Spacey.



Dándole la réplica a Kevin están Frank Whaley y Michelle Forbes. El primero seguramente será un rostro que reconocerán de bastantes películas aunque seguramente les resultaría difícil recordar su nombre, digamos que se trata de un buen actor que, a pesar de haber tenido varios papeles protagonistas, nunca ha alcanzado demasiada notoriedad.



En cuanto a Michelle Forbes se trata de una sólida actriz de televisión cuyo papel más destacado (a nivel personal) es el de la esposa del psicoanalista que protagoniza la serie “In Treatment”. Su mayor tragedia es su parecido físico con Teri Hatcher, de hecho en mis recuerdos yo consideraba que era ésta última la que en realidad salía en la película, un error que se mantuvo hasta que miré la ficha en la imdb mientras escribía este comentario.




La película está narrada a modo de flashback partiendo del dramático enfrentamiento que se produce entre dos personajes: Guy (Frank Whaley) y Buddy Ackerman (Kevin Spacey). El primero es el asistente del segundo, un importante jefe de producción en unos estudios de Hollywood. Cuando Buddy le comunica a Guy que está despedido, este decide hacerle una visita a su casa para ajustarle las cuentas.

A partir de ese momento la acción retrocede un año en el tiempo y comienza justo en el primer día de trabajo de Guy, un joven de aspecto inocente que entra a trabajar en una productora como ayudante del director, un puesto de trabajo cuyo equivalente aquí sería el de un becario, es decir, alguien que empieza por lo más bajo pero con aspiraciones de subir en el escalafón.

Tras un recibimiento aparentemente cordial Buddy le lanza el primer golpe a Guy echándole una bronca impresionante (por un simple error en el sobre de azúcar con el que acostumbra a tomar el café) en lo que parece una voluntad de indicarle al recién llegado cuales serán las normas a partir de ahora. Es también en este primer incidente cuando Buddy le indica a Guy cual es el lema por el que tiene que guiarse a partir de ese moomento su vida de asistente: calla, escucha y aprende (shut up, listen and learn).



A partir de ahí la acción se divide en dos tiempos alternativos: el presente y el pasado. En el presente Guy ha secuestrado a Buddy en su propia casa y le somete a torturas de varias clases (incluida una hará que se les pongan los vellos de punta a todos aquellos que hayan trabajado en una oficina aunque sólo sea cinco minutos).



En la parte de la acción que transcurre en el pasado asistimos al acoso implacable al que Buddy somete a su asistente-esclavo (en lo que hoy se calificaría como “mobbing”) gritándole, denigrándole y ridiculizándole a la menor ocasión en un comportamiento que sólo parece motivado por el más refinado sadismo.

Guy soporta estoicamente las ruindades de su jefe (que incluyen usarle como mamporrero y apropiarse de un brillante proyecto que el aprendiz había ideado) convencido de que no hay manera de contentar al tirano, de hecho su antecesor en el cargo (personaje interpretado por Benicio del Toro) le adelanta que da igual lo que haga, Buddy siempre encontrará la manera de machacarle.





El único consuelo del joven es la relación sentimental que ha entablado con Dawn (Michelle Forbes), una productora que tiene una idea más artística de cómo se deben hacer las películas al contrario que Buddy experto fabricante de basura de consumo rápido y masivo.

Durante los sucesivos flahsbacks la actitud de Buddy sigue siendo la misma pero en Guy empiezan a producirse ciertos cambios, su forma de conducirse y de hablar comienza a parecerse cada vez más a la de su jefe e incluso comienza a usar las mismas muletillas (“shut up, listen and learn”) con otros que están por debajo de su posición o que dependen de él ya que Guy a pesar de ser un simple asistente es como el guardián de la ley, el tipo que decide a quién y en qué orden debe ver el todopoderoso Jefe de Producción. El cambio afecta a la relación entre Dawn y Guy hasta el punto de que éste acusa a la mujer de haberse acercado a él por su posición privilegiada en el acceso a Buddy.

En el último cuarto de la película la acción se establece ya definitivamente en el apartamento de Ackerman que tras mostrarse indignado y luego aterrorizado por la violenta irrupción de su esclavo decide (quizás con la certeza de que aquella puede ser la última noche de su vida) quitarse la careta y contarle a Guy con toda sinceridad lo que ha pasado entre ellos durante el último año.

En este tenso diálogo Buddy justifica su actitud con una serie de argumentos bastante razonados que se resumen en una máxima: el sistema dicta que uno debe ser esclavo antes de llegar a algo. Buddy le cuenta a Guy que él mismo también fue un aprendiz y cuando el chico le reprocha el año infernal que le ha hecho pasar Buddy le dice que él tuvo que pasar diez años haciendo el trabajo de asistente antes de subir en el escalafón (le cuenta incluso que mientras su mujer era asesinada en un incidente callejero la noche de Navidad él estuvo envolviendo regalos para su jefe hasta las tres de la mañana) y ahora es su turno de ser un bastardo. Es el mismo razonamiento de esos soldados que sufren las novatadas que luego ellos mismos aplicaran a otros tres meses más tarde.

Pero además Buddy se burla de la condición auto asumida de mártir que ha hecho Guy y le acusa de hipocresía. El aprendiz no es un temporero mexicano ilegal que tiene que esclavizarse en un cultivo de fresas para mantener a su familia sino un universitario muy capaz y, tal y como su jefe le dice, el chico podía haberse marchado en cualquier momento pero se quedó porque sabe que su puesto es de privilegio (todos los ex ayudantes de Buddy han llegado a algo en el negocio del espectáculo) y que muchos matarían por estar en su lugar y esa es la razón por lo que, hasta esa noche, ha aceptado con resignación todas esas putaditas de oficina a las que le ha sometido su jefe. Porque él ha decidido que quiere jugar con los grandes, ha aceptado nadar entre tiburones y tiene que pagar el precio.

No hay duda de que Buddy disfruta martirizando a sus asistentes (como diría John Doe “no hay nada de malo en que un hombre disfrute de su trabajo”) pero no es un maniaco que actúa sin ton ni son, en realidad es un maestro de ceremonias. Buddy concluye su alegato haciéndole a Guy la pregunta que, según él mismo, todo hombre debe hacer antes de salir al mundo: “¿Qué es lo que quieres en realidad?” (What do you really want?)

La situación se torna aún más grotesca cuando el tercer protagonista del drama, Dawn, llega también a la casa. El juego del desenmascaramiento también la afecta a ella cuando Buddy revela a Guy que Dawn, que ahora se preocupa de hacer películas trascendentes, hizo su particular ascensión al cargo acostándose con todo aquel que podía beneficiarle en su carrera.

En ese ambiente de tensión máxima llega la inevitable catarsis que sin embargo se manifiesta de un modo tan inesperado e injustificable que constituye con mucho lo menos convincente de la película y prácticamente la única objeción que le hago. Bueno, reconozco que el personaje de Kevin Spacey puede resultar un poco exagerado pero ¿Acaso no adoramos a Kevin cuando interpreta a un verdadero cabrón? Al menos yo sí lo hago.



Y aquí queda esta nueva reivindicación de una película olvidada que quizás mereció mejor suerte aunque quizás fuera demasiado sórdida para el gusto general (el cartel de la película es absolutamente engañoso a ese respecto).

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6 Comments:

Blogger Deckard said...

Yo la vi hace años en el Plus y me encantó. Yo también disfruto de Spacey como cabrón, cuando hace de alguien normal como que me sabe a poco.

Siempre me ha gustado Michelle Forbes y me da pena que nunca haya dado la campanda, en Galáctica verás que tiene una participación impresionante.

P.D: ya tengo la Gioconda.

1:54 AM  
Blogger Mery said...

No solo no la he visto sino no que había oido hablar de ella, así qeu gracias por recuperarla, tiene buena pinta!

2:26 AM  
Blogger SisterBoy said...

Spacey me gusta siempre pero lo prefiero en papeles de malo por supuesto. En la única película en la que encontré que estaba horrible fue en "Estallido" pero claro ¿Acaso había algo bueno en esa película?.

Mery para esto está pensada esta sección, para descubrir cosas :)

3:12 AM  
Blogger 3'14 said...

Tomo nota. También yo lo prefiero cuando hace de malo, por no decir de cabrón con tintes de fracasado. Pero lo que hace grande a un actor es que sea camaleónico y tenga la capacidad de encajar en cualquier papel haciéndolo creible, y a Spacey no se le da nada mal. Me gusta mucho.

En "El pez gordo" me encantó, (la vi doblada y no conocía el título original, es que para aquel entonces yo ni tenía internet ni veía las pelis en VO, para que ahora pretendan echarnos el cierre, con lo bien acostumbrada que estoy...grrrr, jodeeeeeeeer, que penalicen a los que se bajan "fugan de cerebros", y ya no por delito en cuanto a hurto, o llámenlo como quieran, pues para hurto lo que nos cuesta la conexión... o lo que se embolsan las distribuidoras... tanto derecho de autor, ¡cagüentó!, si no por mal gusto, es más, denunciaba yo a quienes dan subvenciones para fomentar este tipo de cinemierda, y que pongan más facilidades para poder visionar todas esas películas que gracias a las salas y la supertelevisión pública que tenemos pasan totalmente desapercibidas, sin llegarse a estrenar en nuestro país, que de no ser por internet, a ver como habría visto muchas de las pelis que he podido disfrutar, y claro que sí, yo sería la primera en pagar un precio razonable por descarga, pero que fueran directamente para el autor eso sí.

Y volviendo a Kevin Spacey, no todo van a ser rositas para él, personalmente "K-Pax" me pareció un truño soporífero e inaguantable.

11:34 PM  
Blogger SisterBoy said...

Pues fijate que El gran pez y Hurly Burly son dos películas que no me gustaron nada cuando las vi dobladas y me encantaron cuando las vi en su idioma original.

K-Pax no estaba mal pero el hecho de que la tuviera olvidada hasta que tú la has mencionado supongo que significa algo.

11:59 PM  
Blogger Janosik García said...

Pues yo sí creo que el final de la película y sobre todo el futuro de Guy es de lo mejor y sobre todo lo más representativo del film... Por Dios después de todo lo que pasó, realmente crees que solo una salida "cuerda" o "pacífica" hubiera cabido? Por supuesto que no... Buena reseña pero muy mal el epílogo sobre el final de la cinta que para mi gusto le da la puntilla como una de las mejores películas que he visto.

8:52 AM  

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