Sunday, October 28, 2007

Sigue soñando


Decía una critica reciente de “El sueño de Casandra” que Allen ha dejado de ser un simple director de cine para convertirse en un género cinematográfico que se manifiesta en una cita anual a la que acuden puntualmente todos sus fieles. Una audiencia fiel pero exigente que no tolera que “su” director traicione sus esperanzas ofreciéndoles algo distinto de lo que ellos exigen. Es una actitud comprensible pero también injusta contra el cineasta que ya 1980 (durante su primera gran época) se rebelaba contra la dictadura a la que sus propios seguidores sometían a su arte mediante la angustiosa “Stardust memories”.

Así que, a pesar de ser yo un mismo un fan de Allen (de esos que consideran “Delitos y faltas” su última obra maestra, de los que creen que después de “Desmontando a Harry” no ha vuelvo a hacer nada verdaderamente bueno y de los que piensan incluso que “Melinda y Melinda” es su peor película) necesito también hacer el esfuerzo de reconocer que a estas alturas de su vida y de su carrera el cineasta no necesita ser fiel más que a sí mismo y por lo tanto se ha ganado la libertad de hacer películas como y sobre lo que le dé la gana.

“El sueño de Casandra” parece una continuación de los postulados de “Match Point” y de la más lejana “Delitos y faltas”, tres películas que muestran como las barreras morales y éticas se desvanecen en cuanto se imponen las leyes de la supervivencia. En estas tres historias personas normales se ven en el dilema de cometer un asesinato por necesidad, para no perder lo que tienen o para conseguir algo que necesitan. La religión no es un obstáculo, a la hora de pasar a la acción los protagonistas hacen gala de un conveniente ateismo (o más bien nihilismo). Dios es más bien una molestia, un estorbo, en “Delitos y faltas” Martin Landau dice que “Dios es un lujo que no me puedo permitir” y en “El sueño de Casandra” son los escrúpulos religiosos los que amenazan con llevar al desastre a sus protagonistas.

La diferencia entre la última película de Allen y las dos anteriores reside en la manera en la que los personajes afrontan sus actos. En “Delitos y faltas” Landau pasa por un largo proceso de aceptación de lo inevitable antes de cometer su crimen e inmediatamente después los remordimientos están a punto de provocar una confesión aunque al final de la película el médico asesino logra asimilar lo que ha hecho e incluso consigue ser razonablemente feliz. En “Match Point” Jonathan Rhys Meyers en cambio adopta la decisión de cometer su crimen de forma fulminante (demasiado para mi gusto y esto es para mí uno de los inconvenientes de la película).

En “El sueño de Casandra” Allen divide la figura del asesino en dos personajes, uno el interpretado por Ewan McGregor, es un individuo ambicioso que no tarda demasiado en aceptar el plan criminal que no deja de ver como un atajo para lograr su propósito de triunfar en la vida. El otro protagonista es el interpretado (de forma sorprendentemente eficaz) por Colin Farell que personifica los escrúpulos morales y religiosos. Digamos que se trata de un Landau disgregado en el ángel bueno y el ángel malo y este enfrentamiento es una de las ideas más poderosas de la película.

“El sueño de Casandra” resulta en mi opinión una película mucho más lograda que la (también en mi opinión) fallida “Match Point” ya que consigue una mejor definición de sus personajes que resultan más expresivos (en contraste con el interpretado por el gélido Meyers) y sus motivaciones más comprensibles por lo que resultan también más humanos y es también más fácil identificarse (en el buen sentido de la palabra) con sus desventuras. Una vez más la afortunada opción argumental de crear dos personajes en cierto modo antagonistas hace que afloren una serie de conflictos y contradicciones de los que carecía “Match Point” y que lastraban su credibilidad.

La conclusión es que el asesinato es un asunto sucio y desagradable pero que en un mundo ausente de barreras éticas y libre de prejuicios morales se reduce sobre todo a que no te cojan.

16 Comments:

Blogger JRB said...

Me muero de ganas de ver esta película, pero creo que no podré hasta el jueves.
A mí me gustan todas las de Allen, unas más y otras menos, y el Allen dramático me gusta casi más que el cómico (incluida la "Melinda" dramática).
"Delitos y Faltas" y "Match Point" me parecen dos obras maestras, así que supongo que esta me gustará, aunque me desconciertan esas críticas negativas de la gente que habitualmente pone bien sus películas.

Jonathan Rhys Meyers puede ser gélido, enfermizo o en ocasiones incluso desagradable, pero precisamente por esos motivos cuando está en pantalla, acapara la atención con un magnetismo como muy pocos actores pueden hacerlo.
Desde luego no me imagino que estén a su altura ni el simpaticote de Ewan McGregor ni el macarrilla de pacotilla de Colin Farrell.

5:38 PM  
Blogger SisterBoy said...

Si que estan a la altura ya veras ya.

11:22 PM  
Anonymous Anonymous said...

Yo también soy un woodyalleniano de pro y a mí el sueño este no me ha convencido mucho, tampoco es que me haya dormido pero vaya. Como acabo de escribir en un post de la competencia (¿se puede hacer publicidad aquí?)no me termino de creer al personaje de Tom Wilkinson y la propuesta que viene a hacer a los protagonistas a Londres. Creo que la historia y el guión se resienten por ese lado. Las motivaciones de Rhys Myers en MATCH POINT son más creibles. Es curioso que luego esté todo bastante bien resuelto. Pero Woody se ha dejado un nudo marinero sin atar. Farrell me ha sorprendido, con esa imagen mitad dostoieskiana, mitad alleniana, mitad jamesdeniana, aparte de que menudo polvo tiene el muchacho pero vaya, eso ya es otra historia.

11:47 PM  
Blogger Deckard said...

A mí me gustó pero creo que la parte de la propuesta y la aceptación del crimen son poco convincentes. Pero lo que de verdad me sorprendió (la vi en Sitges) fue que la gente se tronchaba de risa con prácticamente todas las escenas. ¿No sabe el público diferenciar un comedia de una tragedia de tomo y lomo?

2:22 AM  
Blogger Arual said...

Realmente tanto MATCH POINT como DELITOS Y FALTAS son dos películas que me fascinaron en su momento, me gusta Allen con devoción tanto que sus dramas me hacen pensar y sus comedias me entretienen como pocos. Este CASSANDRA'S DREAM no me ha decepcionado un ápice, las malas críticas no suelen echarme atrás a la hora de ver una película y menos si es del amigo Woody. El personaje de Jonathan Ryhs Meyers en MATCH POINT tenía una motivación clara en mi opinión pero no menos clara que la de los hermanos protagonistas de la peli que ahora tenemos en cartel, el instinto de supervivencia borra en todos estos personajes el concepto de moral y aunque la culpa después les persigue y les atormenta esto no impide que a veces los caminos a tomar sean aún más tortuosos, tremendo es el momento en que el personaje de Ewan McGregor mantiene la mirada perdida ante la propuesta aberrante de su tío de acabar con la vida de su hermano para borrar todo rastro del crímen. En fin que puede que no sea su obra maestra, o tal vez con el tiempo se la valore mejor, pero desde luego este CASSANDRA'S DREAM es un buen motivo para acercarse a las salas de cine y eso sí que no abunda...

3:07 AM  
Anonymous Anonymous said...

Ay, ay, deckard, me parece muy forzado que Tom Wilkison no tenga otros medios para quitarse de en medio a uno que le estorba que recurrir a sus sobrinos e involucrarles en un crimen. Eso me chirría mucho y le resta credibilidad al resto de la historia. Y eso que el posterior desarrollo de la msima no está del todo mal. Pero el estilo de Woody me ha parecido más impersonal y funcional (o funcionarial) que nunca.

3:27 AM  
Blogger Ra está en la aldea said...

Qué alegría ver una crítica buena de esta película.
Desde que Woody Allen ya no puede encasquetar a sus amadas como protagonistas sus repartos son festivales de belleza.

9:09 AM  
Blogger SisterBoy said...

Es cierto que el giro argumental que desencadena todo el drama está un poco cogido por los pelos aunque curiosamente da lugar a una de las mejores escenas de la pelicula, la de la conversación bajo los arboles.

También olvidé mencionar que el final final me pareció muy flojo y es una pena porque hace que la pelicula baje algunos enteros. Aun así me sigue pareciendo muy buena

9:58 AM  
Blogger 3'14 said...

Cuando la vea vuelvo a dar mi opinión.

Espero que siga en cartelera para cuando pueda escaparme al cine.

5:02 PM  
Blogger Zar Polosco said...

"La conclusión es que el asesinato es un asunto sucio y desagradable pero que en un mundo ausente de barreras éticas y libre de prejuicios morales se reduce sobre todo a que no te cojan".

Lo mismo podría decirse del adulterio, del robo, es decir, de todo lo ilegal o inmoral.

Iré a verla. Para una vez que voy al cine al año no voy a fallar esta vez. Y me alegro que te haya gustado. Yo soy incapaz de ver a Woody con ojos críticos. Voy entregado. A mí me gustaron hasta "Un final made in Hollywood" y "Anything else".

4:58 AM  
Blogger SisterBoy said...

¿Incluso Melinda y Melinda?

9:51 AM  
Anonymous Anonymous said...

A mi Alice y Celebrity me parecieron dos paquetes.

10:29 AM  
Blogger Deckard said...

A mí me gustó una Melinda y la otra no.

1:18 AM  
Blogger Zar Polosco said...

Pues sí, las dos Melindas me gustaron. Y Alice. Y Celebrity, a pesar de Kenneth Bragath. La película que menos me gustó de Woody Allen fue Sombras y niebla. Y una de las que más me gusto y que nunca veo citada entre las grandes de Woody fue Otra mujer.

3:19 AM  
Blogger 3'14 said...

Aquí estoy, para pasar revista a El sueño de Cassandra. Y sí, la vi ayer y no, ya no estaba en cartelera (ehem... 26/03/08)

Empezaré por el final de tu crítica. Y no, no creo que todo resida en si te pillan o no. En la peli no hay indicios de que esté en peligro su anónimo crímen y sin embargo, Terry padece unos terribles remordimientos. No es temor a ser pillado (cosa que sí es lo que le sucede a su hermano) Claro que, se reduce a eso eliminando toda ética o moral. Personajes amorales como el de Match Point, se permiten seguir viviendo con toda impunidad y tranquilidad porqué sus valores (materialistas y sálvese el culo quien pueda) pisan cual cucaracha a todo principio de respeto a la vida ajena. O como Landau en Delitos y faltas tras unas primeras dubitaciones acaba por autoconvenciéndose, ¿se engaña entonces o se engañaba con sus falsos remordimientos? No acaba de quedarme claro.

En Cassandra's Dreams (muy acertado el título con el devenir de la historia), retoma los temas que comentas también hace en delitos y Match point: Por un lado el hecho de cruzar esa linea fronteriza que no te permite volver a trás una vez atravesada. Y la reflexión final del personaje de Farrell en la cubierta del velero, cuando le dice a su hermano que sí podían elegir. Siempre se puede elegir. Lo demás son excusas.

Que quieres que te diga... Se que de verme en esa situación (y habiendo cruzado la línea) mi reacción sería la de Terry, aunque no negaré que me encantaría tener la sangre fría de ser como Ian. Quizá por eso nunca sea capaz de llevar a cabo algo que creo que podría más su peso en mi conciencia que los beneficios extraídos, fueran cuales fueran. No por ser pillada, te lo aseguro. Creo que no sería capaz de escapar de mí misma.

El final también me ha parecido precipitado, pero bueno, supongo que Allen decidió resolverlo así porque ya había dicho todo cuanto quería decir.

10:17 AM  
Blogger SisterBoy said...

Terry padece remordimientos pero Landau también los padecia y al final acabo por acostumbrarse a lo que había hecho. ¿Quien sabe si el chico pasados unos años hubiera terminado por hacer lo mismo?. En ese sentido y a pesar de su catastrófico final la última pelicula de Allen me parece más optimista que Delitos y Faltas.

10:46 AM  

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