Tuesday, March 06, 2007

Desde el infierno





“Cartas desde Iwo Jima” no es una película complementaria a “Banderas de nuestros padres” aunque así pudiera deducirse de la contemplación de la segunda. Quiero decir que en “Banderas...” parecían adivinarse algunos puntos de conexión con la película que todos sabíamos ya que se iba a estrenar a continuación. Tales puntos serian por ejemplo el descubrimiento, en la primera película, de los cadáveres mutilados de los soldados japoneses o todo lo relacionado con la captura y muerte del personaje interpretado por Jamie Bell. Esto no ocurre, es más, ni siquiera aparecen en la versión japonesa ninguno de los actores de la versión americana, es pues otra película diferente aunque tenga lugar en el mismo escenario. Como símbolo de dicha diferencia está la escena en la que los japoneses contemplan el izado de la bandera americana en el monte Suribachi, la escena emblemática de la primera película que aquí se muestra de forma distante y difusa como marcando las distancias.

Dicho esto no tendría entonces demasiado sentido comparar ambas películas a pesar de que todo el mundo (yo incluido) lo ha hecho. “Cartas desde Iwo Jima” sigue un planteamiento bastante clásico en cuanto al cine de batallas se refiere, esto es, dos acciones paralelas: la de los personajes reales que ofrecen una visión general de la contienda y suministran los datos históricos imprescindibles y luego la de los personajes ficticios, soldados de a pie que ofrecen una visión más humana con la que el espectador puede identificarse. Nada nuevo como se ha visto. En este sentido la película se acerca más al clasicismo filmado con elegancia y sentido de historias como “Million dollar baby” o “Los puentes de Madison” que a la trasgresión de géneros que ofrecen otros titulos como “Sin perdón”, “Mystic river” (su obra maestra no superada) o la propia “Banderas de nuestros padres” y es por eso que esta última me resulta mucho más interesante que “Cartas desde Iwo Jima”

Pero repito que “Cartas…” es también una película hecha con mucha maestría tanto en su concepto de película bélica (por poner un ejemplo las escenas del bombardeo por saturación son las mejores que haya visto) como en el de película de “hombres en guerra” que suelen ser dos géneros distintos. Lo cierto es que encuentro que Eastwood quizás ha cargado demasiado las tintas en el aspecto humano de la película que está salpicada de momentos emotivos (subrayados por un tema musical que termina por hacerse agobiante) relacionados con los recuerdos de los personajes y su deseo de sobrevivir al conflicto mientras que se desperdician otras derivaciones de la historia que podían haber dado más juego como el horror de la vida en el interior de las cuevas.

Especialmente chirriante me pareció el momento en el que el Baron Nisha ordena salvar la vida del soldado americano, sobre todo porque los servidores de lanzallamas eran con mucho los enemigos más temidos y odiados por los japoneses por la horrible muerte que eran capaces de producir. Esta escena queda peor todavía cuando posteriormente Shimizu y el otro soldado nipón son asesinados por los marines en lo que se pretende que sea un intercambio de los papeles tradicionales de buenos y malos de las películas que narran la guerra en el Pacifico pero que al final resulta algo de lo más maniqueo.

No es de extrañar que la mejor escena de la película sea también la más heterodoxa desde el punto de vista del cine bélico clásico, me refiero por supuesto al momento en el que los soldados se inmolan empleando sus granadas de mano, una escena que queda como ejemplo de la diferente mentalidad con la que los dos países afrontaron la guerra que básicamente fue un conflicto entre gente que esperaba regresar a sus casas y gente (incluyendo a los civilizados y pro occidentales Kuribayashi y Nisha) que sabía que nunca volvería.

19 Comments:

Blogger Zar Polosco said...

"Un conflicto entre gente que esperaba regresar a sus casas y gente que sabía que nunca volvería".

Tremendo.

9:45 AM  
Blogger cucumber said...

No se como sera la peli pero el post es insuperable. no lo habría hecho mejor ni el propio Clint.
menos mal que cuando lo he leido estaba en casa sino salgo corriendo para llegar a mi salon y ver a mi gente..que simple parece desde aqui.."regresar a sus casas"

10:19 AM  
Blogger Cristina Crisol said...

Sólo decirte Sister que no soporto a Clint, le he dado demasiadas oportunidades como director y ya me he cansado. Así que por mucho que la temática de "cartas" por ser un punto de vista diferente, voy a ser consecuente con mi:
"A Dios pongo por testigo que nunca volveré a vislumbrar película de Clint".

Quizás algún dia vuelva, pero hoy por hoy NO.

He vista la vida de los otros, y aunque un poco maniqueista me ha gustado. Música, ambientación e Historia reciente, una combinación bien llevada a término.

Me gusta mucho cómo te curras tus críticas de cine.

3:40 PM  
Blogger SisterBoy said...

Zar y Cucumber desde que les conozco estoy planteandome mi hasta ahora inconmovible decisión de no tener hijos.

Cris yo soy fan de Clint pero tampoco sigo esa nefasta mania de encumbrar todo lo que ha hecho: El jinete palido, The outlaw y Ejecución inminente me parecen muy malas y lo poco que vi de Deuda de Sangre (o como se llamara) tampoco me pareció gran cosa.

Pero practicamente es el último clásico que nos queda y ya nadie hace pelis asi. Bueno quizas Spielberg pero él no es un clásico, es un moderno.

4:19 PM  
Blogger Mer said...

Sister, creo que no estabas en tu mejor día cuando viste "Cartas" o no habías tomado el cortado después de la fabada.
O yo es que soy muy fan, que también puede ser (pero no lo creo porque entonces adoraría ciegramente "Banderas" y no me hace ni fu ni fa).
Porque yo vi el asesinato de Bell. No se lo ve a Bell pero se reconoce el lugar y se ve a los japoneses destrozar al soldado con las culatas de los fusiles.

2:25 AM  
Anonymous Anonymous said...

No he visto "Cartas..." aunqe sí "Banderas..." La pelicula me aburrió un poco pero me encantó el actor que hacía de indio borracho, me hubiera gustado que se centrara más en las pequeñas historias (que lo hizo, pero no tanto como a mi me hubiera gustado..). Clint E. me gusta como director, pero lo encuentro demasiado "limpio" ...como muy perfecto. Siempre salgo del cine preguntándome cómo hubiera sido la pelicula si hubiera estado más...no sé, relajado, dormido...no sé...algo de eso.

Suena de fondo: Rufus, cantando Barcelona...
Abrazo mi sister.....y para tí...¿Qué es la belleza...? En mi explosión actualizadora cada 24 horas...no alcanzo a colgar lo de Eternal Sunshine ..!!!! recórcholis, a ver si hoy. Besos. Pasa y pelea...;-)

5:53 AM  
Blogger SisterBoy said...

Mer que me aspen, el tipo al que estaban machando los japos NO era Bell ¿o sí? ¡Voto a brios que alguien más nos saque de esta duda!

5:57 AM  
Blogger Zar Polosco said...

Para desnivelar tu balanza particular te diré que nunca tuve instinto paternal hasta que nació Carlos.

Ahora soy el padre más padre de todos los padres.

¿Clint Eastwood dirigió "El sargento de hierro"?

10:16 AM  
Blogger SisterBoy said...

Zar la anecdota del video y la función teatral que contaste hace tiempo ya me demostró eso :)

Sí, Clint Eastwood también dirigió "El sargento de hierro" y a pesar de lo divertida que es y de lo mucho que nos reimos viendola en el 87 hay que reconocer que es malilla.

10:27 AM  
Blogger Harry Reddish said...

Yo aún no he visto la de las banderas, pero sí la de iwo jima y he quedado encantado. me pareció un enfoque muy original, sobre todo y teniendo en cuenta que estamos acostumbrados a ver ese conflicto desde el lado de los EEUU. Aunque en otro contexto diferente, y ya sé que me vais a tirar pedradas por lo que voy a decir, en cierto sentido me recuerda al Imperio del Sol y a Salvar al soldado Ryan... no sé por qué, pero veo cierto parecido con Spielberg (supongo que son ralladas mías)

Salud!!!

11:12 AM  
Blogger SisterBoy said...

No tanto Harry teniendo en cuenta que Spielberg es el productor de ambas peliculas.

11:16 AM  
Blogger Maria Del said...

Pues ya no sé que hacer con banderas, unos dicen que cartas estaba mejor y otros lo contrario, a ver cuando puedo crear mi propia opinión.
Pero me habian dicho que Sam, el que descubre que un japones ganó una medalla en los JJOO (el interrogatorio yo creo que le sobró a la pelicula, no tenia ni pies ni cabeza, a parte de querer hacer a los japos mas humanos, porque si no, no me lo explico)ese si aparecía en Banderas.

2:07 AM  
Blogger SisterBoy said...

Vaya lo comprobaré en la imdb

2:11 AM  
Blogger SisterBoy said...

Acabo de comprobarlo, el tal Sam es Lucas Elliot que no aparece en Banderas

2:13 AM  
Blogger Maria Del said...

ahh, pues mi novio me ha engañado..de nuevo:)

5:53 AM  
Anonymous Anonymous said...

Debo confesar que esta es mucho mejor que Banderas pero, igualmente, me ha dormido de a ratos. Además, por qué tanta solemnidad y gravedad para contar esta historia. Eastwood está un poquito borracho de su propia solemnidad. Igual, es un gran film, que podría haber sido mucho mejor de no tener ese ritmo elefantino.

7:37 AM  
Blogger SisterBoy said...

Sí, creo que Samuel Fuller dio una autentica lección de como hay que contar una guerra en "Big red one" y "Invansión en Birmania" quizás fuera porque él mismo estuvo en una

8:44 AM  
Blogger SisterBoy said...

This comment has been removed by the author.

3:43 PM  
Blogger SisterBoy said...

This comment has been removed by the author.

1:25 AM  

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