Tuesday, December 12, 2006

Justicia Infinita

Todos los veranos tienen su serpiente. La serpiente de verano de 1985 fue Josef Mengele.

Mengele se ganó su apodo de “el ángel de la muerte” durante su labor como médico en el campo de concentración de Auschwitz durante la Segunda Guerra Mundial. Aparte de las labores propias de un médico de campo de concentración (que ya por sí solas podemos imaginar como extremadamente siniestras) Mengele realizó una serie de alucinantes experimentos con seres humanos como por ejemplo tratar de conseguir que los ojos de los niños se volvieran azules inyectándoles colorante en las órbitas o intentar provocar artificialmente los partos múltiples (algo que se consiguió mucho más tarde pero como es lógico más como efecto colateral de tratamientos de fertilidad que como un intento de multiplicar la raza aria)

Tras la guerra Mengele, cuyas sangrientas hazañas aún no habían salido a la luz, consiguió escapar siguiendo el largo y tortuoso recorrido de otros criminales semejantes: Suiza, Argentina, Paraguay, Brasil… A pesar de ser objetivo predilecto del cazador de nazis Simon Wieshental el ángel de la muerte siempre pudo eludir la captura.

Fue en el anteriormente mencionado año 1985 cuando -creo recordar que por parte de la propia familia de Mengele- se dio a conocer que el prófugo había muerto ahogado en una playa brasileña en el año 1979. Sus restos fueron exhumados y un equipo forense certificó la identidad del difunto.

Una vez confirmada la noticia aparecieron en diversos medios escritos una serie de delirantes artículos que trataban de convencernos de que Mengele había recibido algo parecido a un castigo justo, se hablaba por ejemplo de una dolencia en la espalda que “le habría provocado grandes dolores en sus últimos años” o peor aun se hablaba de “la terrible muerte que tienen los ahogados” (me figuro que nadie pensó en lo que sentirían las familias de los miles de ahogados que nunca le habían inyectado colorante en los ojos a ningún niño).

En aquella época me llamó mucho la atención esta desesperada y también un tanto ridícula forma de buscar una compensación que se antojaba imposible.

Mucho tiempo después todo lo sucedido con el ex dictador Augusto Pinochet (desde la orden de detención dictada contra él por el juez Baltasar Garzón hasta su reciente fallecimiento) no ha hecho sino recordarme la extrañeza que me produjeron aquellos artículos de hace veinte años.

Así hemos podido leer el jolgorio que a algunos les causo la retención de Pinochet en Londres, es decir, los diecisiete meses pasados en una residencia de lujo a costa de todos los chilenos (justo igual que los detenidos en el Estadio Nacional de Chile o en la Villa Grimaldi) o como algunos celebraban que el viejo dictador había sido fichado por la policía (genial, él le machaca las manos a Víctor Jara y nosotros le manchamos los dedos de tinta, ¡venganza cumplida!).

La conclusión de todo ha llegado con su muerte tras una corta crisis que algunos consideraban fingida. En este momento en artículos de prensa y en los foros más diversos se pronuncian frases como “que se pudra en el infierno” (curioso como la izquierda agnóstica o atea se acuerda de la otra vida en circunstancias como esta”) o “que los espíritus de los asesinados por él le atormenten” (buuuuuuuuh ¡fantasmas!)

En fin, una telaraña de autoengaños que persiguen alguna clase de fantasía de justicia terrena e incluso divina y que tratan de mitigar la certeza de que Augusto Pinochet dio un golpe de estado contra un gobierno elegido democráticamente con la connivencia o al menos con la tolerancia de los Estados Unidos (que en aquella época apoyaban a cualquier animal con la única condición de que fuera anti comunista), que durante quince años asesinó y torturó a miles de personas, que durante todo ese tiempo gozó del apoyo de una parte notable de la sociedad chilena (en el plebiscito de 1988 sólo un 55% de los votantes se manifestó en contra de su permanencia en el poder) y que, al margen de algunas cosquillas que le hicieron en sus últimos diez años de vida, ha muerto en la más absoluta impunidad.

Las manifestaciones de satisfacción por la muerte por causas naturales de un hombre de 91 años se me asemejan a ese látigo con el que Jerjes quería azotar a los griegos y con el que sólo consiguió castigar al mar.

28 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Cierto...nos gusta creer que la vida es justa,y confundimos el deseo con la realidad.
Pues no:este tío ha campado a sus anchas y se muere en su camita y con casi la mitad del país a su favor.Y no hay vida eterna,así que nada de pagar sus crímenes en el futuro.Además,tal y como pintan al demiurgo y viendo que el obispo oficia el funeral y los precedentes pálicos-de palio,digo- no tengo yo muy claro si ser dictador te hace merecedor de las llamas del infienno o de ¡esa medalla que siempre ha deseado!.
A mí lo que me hace gracia son esos grititos escandalizados por el apoyo masivo al Pinocho (sí,yo también tengo mi particular forma de impartir justicia,pueril que es una),pero aquí cuando se habla de Franco es otra cosa "no revolvamos en el pasado...las estatuas tampoco está tan mal,que es historia...todos fueron igual de malos..." y demás trampucias-autoengaño que nos decimos.Como no sé quién dijo:"sabemos que es un dictador,pero es NUESTRO dictador" Y se ve que es así en todos sitios.

3:40 PM  
Blogger SisterBoy said...

Dimelo a mí que vivo a diez metros de la Rambla General Franco :)

3:48 PM  
Anonymous Anonymous said...

¿También viendo "House"?Por las horas lo digo :)

3:55 PM  
Blogger SisterBoy said...

Oh no, en realidad estaba trantado de ver Simpathy for the devil de Godard pero creo que lo voy a dejar para otro dia :D

4:25 PM  
Anonymous Anonymous said...

Diste con una cuestión que, como psicóloga, me fascina: qué difícil nos es soportar la evidencia de que los resultados de nuestras acciones con frecuencia no son consistentes con nuestro modo de obrar. La otra cara de tu reflexión es la conclusión de los trabajos de un psicólogo social estadounidense, Melvin J. Lerner: él mostraba cómo, cuando una persona ha sufrido alguna desgracia sin culpa ninguna, acaba por merecernos un juicio negativo; más negativo cuanto mayor sea la magnitud de la desgracia. Que se lo pregunten a la chica austriaca del secuestro. No es lógico, no es intencional ni consciente, no es ‘justo’... pero, de alguna manera, esa ‘desvalorización de la víctima inocente’ permite mantener nuestra creencia de que el mundo es justo; ese autoengaño que parece sernos tan necesario para seguir viviendo.

Justicia terrenal o divina... como si hubiera mucha diferencia. Siempre he pensado que el libro más impresionante del Antiguo Testamento es el Libro de Job, que es la narración del terrible desconcierto que genera descubrir que no hay justicia, y al que un ‘final feliz’ no redime de su lucidez insoportable: ‘¿Por qué siguen vivos los malvados y al envejecer se hacen más ricos? Su prole está segura en su compañía y ven crecer a sus retoños; sus hogares, en paz y sin temor, la vara de Dios no los azota; su toro cubre sin marrar, la vaca les pare sin abortar […] En la catástrofe se salva el malvado y el día trágico lo encuentra ausente; nadie le echa en cara su conducta ni le paga lo que merece; lo conducen al sepulcro y se hace guardia junto al mausoleo y le son dulces los terrones del valle. Después de él marcha todo el mundo, y antes de él incontables. ¿Y me queréis consolar con vaciedades? Vuestras respuestas son puro engaño’ (Job, 21, 7-10, 30-34). Podrían haberlo leído en el funeral de Pinochet.

Mil perdones por el rollo pedante, sisterboy. Me tocaste un punto débil ;).

(Paradójicamente, creo que leo con más dificultad el texto con este cambio de letra. Pero bueno... yo la mitad de las veces lo selecciono con el cursor y lo leo en azulito sobre blanco)

10:13 PM  
Blogger andrés said...

ha muerto pero el juicio sigue, porque no se trata de juzgar un cuerpo sino unos hechos. Si bien no se podrá ejercer justicia sobre su persona (sufrió ciertas molestias en sus últimos años pero evidentemente no son canjeables por las atrocidades que él hizo sufrir) si se está en el momento de ejercer justicia histórica, y no como un acto simbólico sino como un acto modélico que permita que no se repita la barbarie.

cierto es que no tiene mucho sentido alegrarse de la cómoda muerte de un anciano pero comprendo la alegría que pueda producir el mero hecho de que ese hombre no exista en vida. También es verdad que, por mucho que se le hubiera hecho sufrir, no hay forma de reparar lo que hizo. Sólo (y aquí me repito) de que no se repita.

PD: ¿Simpathy for the devil a altas horas? usted si que le pega duro, cuídese un poco que la resaca es espantosa.

12:59 AM  
Blogger SisterBoy said...

Andres, posiblemente Pinochet fuera el tirano más desagradable (incluso fisicamente) de todos los que abundaron en Sudamerica durante los años setenta y ochenta. De hecho siempre me pareció un error personalizar todas las desgracias ocurridas en Chile en un solo hombre, cuando lo verdaderamente importante no era cargar contra ese patetico generalito con voz de niño capado, sino analizar el cúmulo de circunstancias que le llevaron hasta donde llegó.

Realice pues tus palabras me han recordado a mí uno de mis puntos débiles , lo que yo llamo el "sindrome del crimen sin culpable" (lo dificil que es aceptar una desgracia que ha ocurrido sin que nadie pueda ser acusado de ella) y el "sindrome de la conspiración" (el empeño de los familiares de algunas victimas de asesinato en buscar oscuras y complicadas tramas en lo casi siempre resulta ser un crimen vulgar y corriente). Pero de esto ya hablaremos otro día.

Lo del tamaño de la letra fue sin querer, pero sirva este accidente como encuesta.

1:26 AM  
Blogger Cristina Crisol said...

Duele y mucho ver la injusticia de un dictador sin castigo, pero casi tanto o más ver cómo en la portada de El País, tres tíos levantan la mano fachamente ante semejante muerto hijo de puta.
Mi tolerancia es máxima, pero me es imposible entender ese tipo de mentes. Soy poco empática. Y eso, al igual que lo otro, me exaspera. Pocas cosas me encabronan, pero ahí van dos.

Los ojos marrones son preciosos como todos los demás.

1:57 AM  
Anonymous Anonymous said...

Pues ya me espero entonces a ese otro día para contarte mi ejemplo favorito de tu 'síndrome del crimen sin culpable' :)

5:19 AM  
Blogger SisterBoy said...

Oh bueno tendria que salir a colación por algún tema de actualidad pero no te inquietes, la actualidad proporciona abundantes ejemplos asi que no se tardará mucho

5:31 AM  
Blogger SisterBoy said...

Comentario de Zar Polosco

El "síndrome del crimen sin culpable" ya lo resolvieron los italianos con
aquello del ¿piove? porco governo (o goberno. No manejo el italiano).

Con respecto al "síndrome de la conspiración", te diré que trabajo en Silla,
apenas a tres kilómetros de Alcácer. Cuando quieras te vienes (tienes casa,
si no te importan los llantos nocturnos de tiernos infantes) y nos damos una
vuelta.

FIN DEL COMENTARIO

Aquellos que tengan problemas para dejar comment pueden enviarmelos a la dirección atoete@yahoo.com o bien acceder como anónimos y firmar con el nick por el que son conocidos. AGUANTE BLOGGERS

12:54 PM  
Anonymous Anonymous said...

Esto es algún tipo de censura chilena ante nuestros comentarios anti-pinochetistas.

¿Qué demonios pasa hoy en la blogosfera?

2:07 PM  
Blogger SisterBoy said...

Zar, en el papa de Miriam estaba pensando cuando hablaba de lsa conspiraciones. Y también en la señora Vaninkoff

2:33 PM  
Anonymous Anonymous said...

Me parece muy acertado el comentario de Andrés. No hay que restarle implicación de todo lo sucedido al dictador, estos fantoches son tan criminales como la camarilla que le cubre las espaldas y esta debe ser juzgada por igual. Esos que permanecen en las sombras y que manejan los hilos del entramado político. Vivo o muerto se debe hacer justicia. Y la justicia es injusta, lo sabemos, pues nada devolverá la vida a aquellos que perecieron bajo su tiranía, pero peor es dejar caer la historia de los hechos en el olvido o la manipulación.

Sobre el tema que expone realice, daría para hablar mucho. Tener que culpar a alguien o algo o justificar unas muertes incomprensibles. Los creyentes tienen su explicación para dar respuesta, para tranquilizar conciencias, otros tendrán sus propias creencias que le den sentido a estos actos.
Creo que el ser humano es narcisista y egocéntrico. Se cree con un poder superior ante la vida y la muerte. Y cuando suceden este tipo de desgracia se encabrona por su fragilidad, porque nadie está a salvo de lo que puede suceder. Nacer y morir son transiciones por las que una persona ha de pasar una vez. El resto, es aleatorio. ¿Que es una putada morir de cáncer de pulmón sin haber fumado toda la vida mientras que el que se fuma dos cajetillas diarias vive hasta los 90? Sí. A mí entender sobra la comparación, pero parece que es más injusto para el primer caso. ¿Que cabrones dictadores mueren a los 91 mientras que criaturas que no han tenido oportunidad para poder llegar a ser tan tiranos tal vez mueren a los pocos meses de nacer? También es una putada. No digo con ello que tengamos que permanecer de brazos cruzados. Cada cual reflexione y tome cartas ante la vida como más oportunamente considere, pero, a mí no me consuela esa fe que te calma el dolor. Hay tantísimos aspectos de la vida que no podré llegar a comprender jamás, que me lleva a pensar que vivir no tiene ningún sentido. Soy y seré de la convicción de no hacer daño a nadie, y procurar disfrutar de los buenos momentos todo cuanto sea posible, que ya que hay que transitar por unos años, al menos estos sean gratos. Hay quien entiende esto mismo pero desde la óptica de que si por su bienestar tiene que joder al de al lado, no lo duda un instante. Eso es el principio de que a escala gigante todo se vaya a la mierda.
Me gustaría vivir en los mundos de yupi, pero vivo en el mundo a secas. Y lo habitamos tantos como formas de pensar y actuar hay.

(Escrito esta mañana y no colgado hasta esta madrugada, después de descubrir la mejor manera para poder hacerlo... Esto es más complicado que el mismísimo código Da Vinci, aunque ni me he leído el libro ni he visto la peli, así que sí resulta un tanto enigmático para mí XD )

4:17 PM  
Blogger SisterBoy said...

¡Bravo pi! Sabia que lo conseguirias :).

Al final todo se reduce a "vive y deja vivir", con el resto de la filosofia podrían hacer una hoguera de San Juan

4:24 PM  
Blogger SisterBoy said...

Otro comentario de Zar Polosco:

Soy el Zar de todas las Rusias utilizando rodeos para poder comentar.

A mí me gusta más el vive y deja morir, de James Bond.

También me gusta más el trata a los demás como te gusta que te traten a ti.

Es simple pero no tanto.

12:21 AM  
Anonymous Anonymous said...

Krisol k,no sólo eso:los ojos marrones son más preciosos que todos los demás.
Ey!A la hoguera de S.Juan no.La filosofía es apasionanteeeee.Y se puede vivir sabiendo que la vida no tiene un sentido,que como dice Arsuaga,somos fruto de mil casualidades,y que si en la evolución una sola circunstancia o un simple acontecimiento hubiese cambiado,no estaríamos aquí.No hay ninguna voluntad cósmica,no estamos aquí por algo,ni porque alguien haya querido(mal que pese a nuestro egocentrismo,como dice pi).Y para mí eso es liberador:puedo ser lo que quiera y como quiera,no dependo de nadie y por tanto soy responsable de mis actos,no hay nada que sea antinatural(todo lo que existe es natural,puesto que en la naturaleza está),no hay una moral absoluta ni algo a lo que tengamos que tender,la moral es racional y relativa.El pero de saber que la vida no tiene un sentido absoluto,es saber que cuando morimos morimos.Pues oye...un descanso.
Y no:lo que se juzga (en los tribunales)no son los hechos,sino a la persona que ha cometido esos hechos,de modo que cuando muere,se extingue con él el proceso.Otra cosa es que al resto se le juzgue por sus propios actos..dijo el profesor Jirafales(ya que por ahora no apruebo,de alguna forma tenía que lucir mis conocimientos opositoriles de proyecto de juez)

3:44 AM  
Blogger Harry Reddish said...

Aprovecho estas líneas para estrenarme en tu blog, y no puedo estar más de acuerdo contigo. Tan sólo nos queda el recurso de la pataleta, pero en justicia recordaremos lo que ocurrió para no volverlo a repetir jamás. Curioso lo de Mengele, no conocía la historia.

Salud

8:15 AM  
Blogger SisterBoy said...

Bienvenido Harry Reddish, girare visita en correspondencia.

He tratado de buscar información sobre tu nick pero no he encontrado nada así que si es una persona real del presente o el pasado ya nos informaras :)

8:22 AM  
Anonymous Anonymous said...

Hola,también me estreno en tu blog,me ha gustado. Estoy de acuerdo contigo.
En mi opinión, el hombre es un ser patético, y no creo que vaya a cambiar.

Bueno saludos

10:09 AM  
Blogger SisterBoy said...

Bienvenido también capitan ahab, tu avatar se ha ganado mi simpatia :)

10:17 AM  
Blogger El Malvado Ming said...

¿Y esto de la moderación de comentarios?
Te has pasado a Beta?
Yo si y ya me estoy arrepintiendo.

10:22 AM  
Blogger SisterBoy said...

Me arrepenti cuando pensé que era voluntario, ahora que sé que es obligatorio me alegro de haberme pasado antes de la debacle que estamos sufriendo.

Lo de moderar los comentarios es por otro motivo, alguien me ha dejado un comment llamandome por mi nombre real y hasta que averigue quien es prefiero usar la moderación no sea que se trate de alguno de los enemigos que me he ganado y de los que estoy tan orgulloso :)

10:52 AM  
Blogger El Malvado Ming said...

Carambita.
De todas formas, uno no es nadie hasta que no tiene enemigos :)

1:06 PM  
Blogger alejandrosl said...

En fin... puedo comprender el resentimiento de los directamente afectados o las personas más cercanas a ellos, y no soy nadie para decirles que eso no está bien. Pero sí, lo que se ha visto estos días tiene bastante de exagerado. Y tienes razón sobre todo en que consolarse por cualquiera de esas pequeñeces es bastante estúpido. Yo que me considero muy de izquierdas, me repugna ver como cierta izquierda (casi toda, para que engañarnos) se regodea con esta muerte y con casi total seguridad mirará a otro lado (y en algunos casos aplaudirá) cuando el que muera sea Fidel Castro.

1:40 PM  
Blogger SisterBoy said...

Si, la verdad es que Pinochet nunca he tenido un Raul del Pozo o una Belen Gopegui que le defiendiera.

2:13 PM  
Blogger Harry Reddish said...

Sisterboy, procedo a enlazar tu estupendísimo blog y a mandarte un saludo. Lo de mi nick es la simple estravagancia de traducir mi nombre al idioma de Shakespeare

Salud!!

5:34 AM  
Anonymous Anonymous said...

Buen post, vive dios!

4:50 PM  

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