Tuesday, November 14, 2006

The Queen is dead




No creo que lo que Stephen Frears quiere contarnos en “La reina” tenga nada que ver con la muerte de Lady Diana Spencer en accidente de tráfico o cómo esta muerte afectó al pueblo británico.

De lo que verdaderamente trata la película es del enfrentamiento entre la forma antigua de ver el mundo y la forma moderna personalizadas ambas en las figuras de alguien nacido en 1926 y alguien nacido en 1953.

Creo que una muestra de ello responde al hecho de que el inicio de la película se sitúe precisamente en el momento del primer encuentro entre La reina Isabel II y el matrimonio Blair (bastante antes del citado accidente) donde se muestra como el Primer Ministro recién elegido recibe con sorna las rígidas costumbres que presiden este tipo de reuniones.

Tampoco creo que Frears pretenda hacer burla de la familia real británica o criticar su aparente frialdad ante la muerte de Diana. La reacción de la Reina y del núcleo duro que la rodea (su esposo el Príncipe Felipe y la Reina Madre) no responde a un calculado desden por la fallecida (aunque probablemente lo tuvieran) sino a repito a una determinada forma de entender un mundo regido por la tradición y el protocolo no como ejercicios de frivolidad o elitismo sino como rituales que les confortan y dan sentido y seguridad a su universo y en los que pueden apoyarse y en los que ellos pensaban que el pueblo británico también se apoyaba.

Por otro lado el nuevo mundo encarnado por Tony Blair que como un Gorbachov o un Kennedy irrumpía en la política de su país basando buena parte de su impulso en su aspecto físico y su juventud (sobre todo en comparación con los anteriores Primeros Ministros británicos y su aspecto de gabán apolillado Margaret Tatcher incluida) y cuyos planes de renovación incluyen a la Casa Real (algo absurdo por otro lado, renovar la monarquía es como renovar la pena de muerte, aunque pensándolo mejor, creo que esto también se ha hecho).

Blair tiene también su circulo de influencia formado por su esposa, una anti monárquica convencida y su gabinete de “fine young cannibals” cuyo principal entretenimiento es guasearse del viejo régimen. Blair y sus hombres no creen en tradiciones ni viejas costumbres, ello prefieren apoyarse en los sondeos de opinión, en las portadas de los tabloides e incluso en la sencilla táctica de pasear por la calle y mezclarse entre la gente.

De tal manera que cuando la familia real se dispone a pasar la crisis en el edén de Balmoral refugiándose en sus faldas escocesas, chaquetas de tweed y gorras de doble visera las fuerzas de la naturaleza regidas por el glamour y el espectáculo (en las propias palabras de la reina) y una incontenible avidez por el melodrama les obligaran a salir de allí y aunque no hay nada protocolariamente reprobable en considerar el funeral de Diana Spencer como un asunto privado o en negarse a que la enseña real ondee a media asta nadie ni siquiera ellos podrán soportar la presión y se verán obligados a transigir con esa oda la cursilería que fue el funeral de Diana con saltimbanquis y cómicos en lugar de reyes. A este respecto el momento en el que la soberana baja de su carroza y se pasea en medio de esa pesadilla de ramos de flores y osos de peluche tiene el mismo significado que la primera visión del príncipe Siddharta del mundo real .

Como digo la mirada que Frears arroja sobre la familia real no es despiadada y ninguno de sus miembros debería sentirse insultado, con la excepción quizás del príncipe Carlos al que se presenta como un fantoche que se caga en sus calzoncillos con el escudo real bordado cada vez que oye el escape de una moto. A pesar de que sus costumbres puedan resultar risibles hay algo de grandeza en ellas y en aquellos que las observan a rajatabla tanto la reina como en su marido y su madre (inolvidable este último personaje que representa más que nadie a la vieja guardia que es capaz de supervisar su propio funeral) una grandeza que el própio Blair no puede dejar de admirar quizás porque comparte con el director la sensación de que las nuevas reglas del juego son igual de rígidas pero mucho más arbitrarias y tenebrosas e indudablemente mucho menos elegantes.

16 Comments:

Blogger Zar Polosco said...

¿Puede haber algo que dé más dentera que Elton John cantando Candle in the wind en el funeral de la pava esta?

3:07 AM  
Blogger SisterBoy said...

Si hubiera pasado en España hubieran cantado los de "Siempre así" incluso en la horterada hay clases :)

4:00 AM  
Blogger JRB said...

Qué bueno. La verdad es que me gustó esta película, a pesar de que el tema no me interesaba nada de entrada.

La reacción popular a la muerte de Lady Di me pareció en su momento sumamente ridícula y de vergüenza ajena. Comparto con la reina de la pelicula de Frears su incredulidad ante el circo montado alrededor del funeral.
Por lo demás, salvo por el ejemplo que nombras del príncipe Carlos, creo que se retrata a la familia real e incluso a Tony Blair de una manera respetuosa.

Por cierto, acabo de ver el primer capítulo de la segunda temporada de Prison Break y sólo puedo decir una cosa:

jojojo

Tú me entiendes.

7:57 AM  
Blogger SisterBoy said...

Acabo de leer una entrevista a Stephen Frears y dice que hay gente con la que ha hablado que le dice que su pelicula es republicana y otros que dicen que su pelicula es monarquica y afirma también que cada persona interpreta lo visto a su modo. Estoy de acuerdo y yo extenderia ese razonamiento a todas las peliculas en general.

En cuanto al primero de la segunda de Prison estos dias que te he estado leyendo pensaba "que alegrai se va a llevar Varg cuando...." :)

8:22 AM  
Blogger Deckard said...

¿Cuándo qué?

No se puede estar con secretitos en voz alta.

11:52 AM  
Blogger Fernando J. López said...

A mí The Queen me gustó menos de lo que esperaba... Admito que sí me interesaba el tema, tanto por la estupidez generalizada que se organizó en esa especie de beatificación pública de Diana como por las intrigas palaciegas de una monarquía que empezó a dar síntomas de podredumbre desde entonces hasta hoy... Sin embargo, la mirada de Frears más que respetuosa me parece ingenua e incluso idealizante, con ese Blair que parece un santurrón y que es un alma bendita; esa ancianita que es la reina y que se emociona tanto con el ciervo (episodio supuestamente simbólico que debió haber muerto en la sala de montaje); o esa antimonárquica en el fondo simpática y encantadora que se pasa las cenas haciendo salchichas para los niños, cuando es uno de los personajes más snobs y antipáticos de Gran Bretaña.
Hubiera agradecido algo de acidez, de perspectiva y de sentido crítico. Además de que se abusa de imágenes de archivo y se omiten temas escabrosos (¿dónde está Camilla???) En cuanto a la interpretación tan cacareada de la Mirren, pues sí, es una de las grandes, pero siempre he preferido las interpretaciones de creación a las de imitación y aquí su trabajo se basa en la mímesis. Me quedo, sin embargo, con Cromwell, que es uno de mis secundarios favoritos.

En cuanto a lo de Prison Break, shhhhhh.. Yo tengo ese episodio 2x01 preparado para ser visto en breve, pero aún estoy en la primera temporada y no quiero adelantar acontecimientos. Aunque me temo, por lo que decís, que cierta abogada lo va a pasar muy mal, no? ;-)

12:12 PM  
Blogger SisterBoy said...

Reconozco que la escena del ciervo esta metida con calzador, es lo único que también hubiera eliminado.

Respecto a Helen Mirren sólo decir que cuando pienso en la pelicula no la veo a ella haciendo de Isabel II sino que veo a la própia Isabel II, supongo que es el mejor elogio.

James Cronwell da lo mejor de sí en las ultimas temporadas de Six Feet Under, los que la hayan visto podrán atestiguarlo

12:45 PM  
Blogger Tomás Ortiz said...

La crisis abierta entre el antiguo régimen y los nuevos modelos es algo evidente en la película, como dices, pero no sólo en ella: también en la forma de entender el mundo.
Que mucha gente se pregunte por la necesidad de una monarquía y sus funciones en un mundo como el que vivimos es una clara muestra de que algo ha cambiado, y de que las generaciones actuales no piensan igual.
Quizás la nueva mentalidad no es mejor ni peor que la antigua, simplemente diferente. Y eso hace que desde nuestra humilde visión de proletarios, ciertas actitudes de la reina de Inglaterra, pero también de nuestra reina, y de nuestra Casa Real, nos resulten incomprensibles y/o fuera de lugar, porque pertenecen a otra época, a otro mundo, a otra realidad que ahora mismo no existe.
Quizás nuestra Casa Real ha sabido ajustarse más a los tiempos modernos que otras europeas ("a la fuerza ahorcan", como dice el dicho, las vicisitudes por las que ha pasado durante el siglo XX obligan a ello), pero las antiquísimas tradiciones de la Casa Real británica chocan con algunas de las nuevas formas de entender el mundo.
Muy interesante reflexión la tuya.
Saluditos apretados

11:51 PM  
Blogger SisterBoy said...

Bueno al menos en U.K. pueden hacer una pelicula sobre la Monarquia y referida a unos sucesos que han tenido lugar apenas hace diez años, y eso ya es una ventaja respecto a nuestro pais.

1:08 AM  
Blogger Dante Bertini said...

sisterboy, lamento no creerme nada de esta peli, aunque confieso no haberla visto todavía (y no sé si lo haré)... los británicos saben sacar pasta hasta de sus defectos y supongo que frears, como buen súbdito inglés, no habrá hecho nada que exceda los cánones permitidos...el trailer ya no me lo creo: esa reina tan sensible, dolida por las cosas de la vida, dónde la tenían guardada?
me gustan tus comentarios, gracias

5:50 AM  
Blogger SisterBoy said...

Bienvenido cachodepan, girare visita en correspondencia. Desde luego la pelicula para mí no es antimonarquica pero tampoco esperaba que lo fuese, muchas de las escenas que salen son pura especulación pero por eso sostengo que las verdaderas intenciones del director no eran tanto hablar de personas como de mundos en colisión y para mí es ahi donde radica el mensaje.

8:01 AM  
Blogger Dante Bertini said...

te diré que me atrajo la foto de tu blog...conozco a john kerr: sin ser pariente de la deborah tuvo su momento de gloria, sobre todo en una peli, "té y simpatía", después no sé que se habrá hecho de él...
me caía muy bien ese tipo.

3:38 PM  
Blogger SisterBoy said...

Oh es una gran pelicula, tanto que algún día temo que se haga un remake.

4:10 PM  
Blogger Listo Entertainment said...

Menudo desastre de película.
Por mucho maquillaje que le pongan, Helen Mirren no se parece en nada a Freddy Mercury.

11:54 AM  
Blogger SisterBoy said...

Extraño comentario pardiez, por cierto listo he ido a tu blog pero no veo tú comentario sobre la peli ¿has escrito algo sobre ella?

12:52 PM  
Blogger Listo Entertainment said...

He escrito, pero nada bueno, sólo la misma parida que dejé aquí :)

http://lacinefilia.blogspot.com/2006/11/queen.html

1:35 PM  

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